La otitis externa o del nadador es la inflamación del oído externo que está conformado por el conducto auditivo y el pabellón auricular (oreja). En la mayoría de los casos se asocia a una infección bacteriana de la piel que recubre el oído. Es más frecuente en niños y en época de verano ya que pasan más tiempo en la piscina o la playa.
La piel o dermis que recubre el oído posee vellosidades y glándulas que segregan cerumen, que al ser ácido protege del crecimiento bacteriano, repele el agua (hidrófobo), tiene una sustancia antibacteriana y funciona como una trampa mecánica. La acidez del conducto auditivo es mayor al resto del cuerpo, de esa manera se protege del rascado, jabón, aplicadores con algodón y el agua clorada de albercas que en ocasiones hacen que las defensas del conducto se vean alteradas y se facilite el crecimiento de bacterias, hongos o virus (entre ellos el herpes).
El diagnóstico se basa en la historia clínica del paciente que a la exploración presenta inflamación del pabellón auricular, conducto auditivo y los ganglios linfáticos regionales. La presión con el dedo produce dolor intenso, ello constituyendo un signo de otitis externa. Sólo en casos excepcionales está afectado el tímpano. La principal molestia de la otitis externa es el dolor localizado que se desarrolla en pocas horas y se ve agudizado por la manipulación del pabellón auricular Los síntomas comienzan en forma suave con picazón o prurito, que rápidamente se trasforma, en ardor y dolor; la intensidad va a depender de lo que esté comprometido y del germen causante. La presencia de hipoacusia (alteración en la audición) a consecuencia de obstrucción del conducto auditivo es rara.
La otitis deberá ser tratada por el especialista quien realizará un secado y limpieza instrumental del conducto auditivo externo. El tratamiento durará entre 7 a 14 días y consiste en analgésicos, antiinflamatorios y gotas de antibióticos (a veces también es necesario el uso de corticoides) aplicados directamente en el conducto. El uso de antibióticos por vía general está indicado en las infecciones severas. Ocasionalmente es necesaria la hospitalización para aplicación antibióticos endovenoso. Se recomienda no limpiarse con aplicadores de algodón y no mojar la zona por espacio de 15 días o hasta que mejore completamente. No usar tapones para los oídos, porque la inflamación aumenta. En el caso de agua de la ducha deberá usar un gorro de baño y para lavarse el pelo, se deberá colocar un algodón con alguna sustancia oleosa (vaselina) en el conducto auditivo.
*Otorrinolaringólogo. Profesor de Otorrinolaringología y de Metodología de la Investigación de la Facultad de Medicina de Torreón. U. A. de C.
La próxima colaboración será de la Dra. Susana Bassol Mayagoitia, endocrinóloga de la reproducción.