Sin sueños. Un calvario pasan los migrantes centroamericanos antes de cumplir su sueño, el de muchos queda truncado.
El lugar de los viejos sabios se convirtió en punto crítico y de alto riesgo para migrantes por extorsiones y falsos retenes, en los que supuestos policías detienen a centroamericanos que quieren llegar a Estados Unidos, por lo que el municipio fue señalado, incluso, por su fosa común de migrantes.
Hugo Raudel Montoya Ontiveros, sacerdote que dirige la Casa del Migrante San Juan Diego, ubicada en Lechería, Tultitlán, afirmó que "alertamos a los peregrinos que salen de este refugio, rumbo al norte, sobre el riesgo en la zona de Huehuetoca", municipio ubicado a unos 60 kilómetros del DF.
En los falsos retenes presuntos policías despojan a centroamericanos del poco dinero que llevan e, incluso, el riesgo es que pueden ser secuestrados para exigir a sus familiares que residen en Estados Unidos hasta cinco mil dólares por dejarlos en libertad.
¿TUMBA DE MIGRANTES?
En el municipio de Huehuetoca los migrantes "enfrentan una situación dolorosa", por el riesgo de accidentarse al caer del tren o de ser obligados a bajar del convoy en marcha, agregó Hugo Montoya Ontiveros.
El sacerdote Alejandro Solalinde, integrante de la Pastoral de Movilidad Humana de la Iglesia Católica, informó de la existencia de "una fosa no tan clandestina" con cuerpos de migrantes en el panteón de Huehuetoca, versión rechazada por autoridades locales, que afirman que en dos años sólo se han sepultado cinco cadáveres en la tumba común, el último corresponde al de una joven mujer.
Enero de este año fue sepultado el cadáver de un hombre y en abril el de una mujer, ambos de entre 23 y 28 años.
En el panteón municipal la fosa común "sólo es un montón de tierra", que carece de algún señalamiento o fecha que ubique los días en que se han depositado los cuerpos de desconocidos. Incluso, los vecinos afirman que la fosa común está en la parte externa del muro derribado, en un lote baldío donde en apariencia sólo hay cascajo y basura.
Juan Gabriel García Reyna, subdirector de Servicios Públicos de Huhuetoca, informó que de agosto del 2009 a la fecha, los cuerpos de cinco personas no identificadas y que murieron violentamente fueron sepultados en la fosa común, con edades de entre 20 y 40 años, entre ellos dos mujeres.
Aseguró que el gobierno municipal atiende la petición del Ministerio Público de sepultar en la fosa común a personas desconocidas, cuyos cuerpos no fueron reclamados, por lo que es difícil determinar si se trata de migrantes.
Los centroamericanos que salen de la Casa del Migrante San Juan Diego, abordan combis del transporte público que los llevan hasta Huehuetoca, donde descansan y hasta duermen en tumbas cercanas al pequeño muro del cementerio, en espera de la oportunidad para abordar el tren que los lleve a alguna ciudad del norte del país.
Por Huehuetoca pasa el ferrocarril que va a Laredo y a Ciudad Juárez, que son las más buscadas por centroamericanos, por lo que el municipio siempre ha sido paso natural de migrantes, no sólo extranjeros sino de connacionales en su afán por cumplir el "sueño americano".
El secretario del ayuntamiento de Huehuetoca, Jesús Pérez Soto, no descartó que operen bandas que roben a migrantes, como parte de la inseguridad que prevalece en todo el país, pero negó que haya grupos armados o que la Policía local sea responsable de las agresiones.
POLICÍA ACUMULA QUEJAS
Organismos no gubernamentales defensores de derechos humanos, como I(dh)eas y Litigio Estratégico en Derechos Humanos, señalan que no sólo el municipio de Huehuetoca, sino toda la ruta de los migrantes por México es de alto riesgo, fenómeno que no ha sido frenado por el gobierno mexicano.
Fabián Sánchez Matus, director de I(dh)eas, informó que del 27 al 29 de septiembre estará en nuestro país Rodrigo Escobar Gil, relator especial para México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), quien se reunirá con organismos civiles para abordar el tema del paso de los migrantes por territorio mexicano.
Mauro Francisco Vega Román, defensor municipal de derechos humanos en Huehuetoca, aseguró que migrantes narraron que la madrugada del pasado 12 de septiembre personas con uniformes de policías detuvieron la marcha del tren, a la altura del basurero, con la intención de secuestrarlos.
Agregó que los migrantes bajaron del ferrocarril y huyeron corriendo, dos de ellos -un hombre y una mujer- cayeron a una zanja de unos seis metros de profundidad, donde se ocultaron hasta que pasó el peligro.
Los dos migrantes interpusieron una queja por estos hechos ante la defensoría municipal, que a su vez la canalizó a la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem).
Agregó que la Codhem indaga otras dos quejas sobre abusos de presuntos policías contra migrantes en Huehuetoca, que fueron iniciadas en Saltillo, en la Quinta Visitaduría general de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), con sede en Coahuila, que a su vez canalizó los casos a la instancia mexiquense.
La queja Codhem 723/11 establece que el pasado 27 de mayo un salvadoreño fue alcanzado por una patrulla municipal, de la que bajaron dos policías, quienes lo esposaron migrante y lo llevaron a un sitio solitario, donde lo desnudaron y despojaron de 300 pesos.
El expediente Codhem 451/2011, con fecha 17 de mayo de este año, dice que el 22 de marzo del 2011 otro salvadoreño fue detenido por dos policías municipales de Huehuetoca, quienes le apuntaron con sus armas de fuego y le advirtieron que no intentara correr.
Los uniformados le exigieron mil pesos, quien les dijo que no tenía esa cantidad, por lo que buscaron en su pantalón y quitaron 400 pesos, así como 800 pesos a otro indocumentado.
Vega Román afirmó que diariamente llegan a Huehuetoca unos 20 migrantes centroamericanos, para abordar el tren a la altura del basurero municipal, donde el ferrocarril se detiene para esperar cambio de vía.
Anteriormente la mayoría de centroamericanos abordaba el tren en Lechería, pero ahí fue construida la estación Tultitlán del Tren Suburbano, además de que colocaron malla ciclónica a las vías del ferrocarril, por lo que ahora los migrantes se trasladan hasta Huehuetoca para subir a "la bestia".
PUEBLO SOLIDARIO
Los habitantes de Huehuetoca han sido solidarios con los centroamericanos, especialmente en el templo de San Pablo donde llegan unos 800 migrantes al año que reciben comida caliente, un sitio donde dormir y asearse, afirmó Hilario Vicente Hernández Mora, uno de los voluntarios de la parroquia.
Todos los días llegan al templo grupos de siete a ocho personas y las que presentan golpes son llevadas al médico o con algún quiropráctico, afirmó.
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