La Diócesis de Matamoros demandó a las autoridades más trabajo en materia de seguridad, luego que el párroco de la Iglesia de San Roberto Belarmino falleciera a causa de un balazo tras quedar en medio de un enfrentamiento entre militares y personas armadas.
La Iglesia Católica tamaulipeca, a través del presbítero Roberto Sifuentes Aranda, administrador de la Diócesis de Matamoros, expresó su consternación por la trágica muerte del padre Marco Antonio Durán Romero y pidió por su eterno descanso.
"¡Sangre de mártires, semilla de cristianos!", expresó el administrador diocesano sobre el contexto de violencia e inseguridad que viven los residentes de gran parte de estados y municipios.
"Han sido múltiples las víctimas inocentes y las familias que han padecido el dolor y la ruptura, el temor y muerte".
"El padre Marco no es sólo una víctima más de esta alzada de odio entre hermanos. Se trata de un hombre elegido para el servicio del pueblo de Dios, en estas tierras manchadas de sangre", abundó.
Resaltó que la sangre del Padre Marco, víctima inocente, significa una voz que clama al cielo compasión y paz para Tamaulipas, de igual forma para las autoridades de justicia de los tres niveles de gobierno, y para las personas que viven fuera de la ley.
"Significa una llamada a todos los fieles y ciudadanos, para que continuemos orando y comprometiéndonos en el trabajo por la justicia y la paz, significa la voz viva y fuerte de Dios mismo, para que todos volvamos nuestra mirada al cielo y enderecemos nuestros caminos", apuntó el presbítero.
A detalle
⇒ El párroco de la Iglesia de San Roberto Belarmino falleció a causa de un balazo tras quedar en medio de un enfrentamiento.