
'Incendia' Rammstein el Palacio de los Deportes
En un auténtico infierno se convirtió la Ciudad de México la noche de este jueves cuando el grupo alemán Rammstein ofreció su primera presentación en la que fundió los cimientos del Palacio de los Deportes e incendió el ánimo de sus fans.
Tras una respuesta favorable en 2010, los alemanes decidieron regresar este año para deleitar a sus fieles seguidores aztecas con un 'show' totalmente diferente y acompañado de su producción europea, en la cual destacan los sorprendentes fuegos pirotécnicos y las diversas herramientas empleadas en el escenario.
El metro y las vías de acceso al Domo de Cobre fueron invadidas totalmente desde una hora antes del recital por parte de los asistentes, quienes orgullosos y eufóricos portaban la playera de la banda, lucían vestuario similar al de sus ídolos e incluso traían el pelo pintado de plateado al igual que el vocalista Till Lindemann.
Para las 21:00 horas, el calor se hizo presente en el recinto, mismo que aumentó con la entrada de la música introductora, la cual descubrió un escenario negro que fue escarbado con dos picos y fundido con un soplete, creando una entrada para la banda alemana que inmediatamente desató la emoción del público.
'Rammlied', fue el primer tema entonado por Rammstein, quienes vistieron el escenario como una mina e iluminaron la noche con un juego de luces que se conjugaban con la fuerza de los instrumentos.
Vapores, fuego y un ambiente sombrío se vivió la noche pasada, cuando miles de capitalinos abarrotaron el Palacio de los Deportes y continuaron cantando los temas 'Buckstabu' y 'Waidmann'.
De inmediato, una serie de llamas iluminaron el fondo del escenario mientras sonaban las canciones 'Keine lust' y 'Weisses fleisch', esta ultima inició el tremendo performance del tecladista Christian 'Flake' Lorenz, quien bailó de manera extraña por el entarimado para deleite de sus fans.
El averno lució a su máximo esplendor cuando la iluminación dio atmósfera para la interpretación de 'Feuer frei', uno de los éxitos más coreados de la noche y ovacionado, ya que en medio de la actuación, el vocalista y los guitarristas lucieron unos bozales, con los cuales escupieron fuego durante la interpretación.
Acto seguido, una luz celestial se centró sobre el cantante, quien en medio de un fonógrafo y una lámpara disminuyó las revoluciones con 'Weiner blut'; sin embargo, los motores se calentaron cuando un grupo de muñecos con láser verdes, descendió por los aires y explotaron de manera repentina.
'Fruhling in Paris' culminó con el ambiente cavernario y dio la bienvenida a una estructura metálica que simulaba una fábrica que continuaría con la temática sombría planteada por los protagonistas de la noche.
Una nube de vapor inundó el cielo del lugar y el calor emitido por las llamas del 'show' comenzó a derretir los cuerpos de los asistentes, quienes continuaron el fervor nocturno con 'Ich tu mier weh', donde Lindemann subió a los cielos del lugar por medio de una plataforma y arrojó una serie de material caliente que simuló la muerte de su tecladista, 'Flake'.
El misterio del acto rondó por la mente de los asistente, quienes atentos observaron el resurgir de Lorenz vestido con un traje de brillantes, lo que provocó una marea de aplausos que se silenciaron para dar entrada a los temas 'Du riechst so gut' y 'Benzin', donde apareció una bomba de gasolina que incendió a un 'intruso'.
'Links 2,3,4' continuó con la velada en la cual Rammstein dirigió a la marcha de sus hormigas; sin embargo, el Domo de Cobre cimbró por completo cuando los asistentes se unieron en una sola voz para interpretar el éxito de la banda 'Du hast'.
'Pussy' continuó con la súper producción de la noche por medio de una bomba disfrazada de pene, la cual disparó espuma a todos los presentes en la parte de abajo. Posteriormente, en medio de la euforia los integrantes se despidieron por primera vez en la noche.
La parte final se avecinaba y los teutones regresaron para complacer a sus fans con 'Sonne' y 'Haisfisch', en la cual de nueva cuenta 'Flake' emprendió un viaje en una balsa por el mar de brazos humanos que lo transportaron de un lado a otro, mientras ondeaba una bandera alemana y una mexicana.
'Ich will' volvió a despedir a la banda, la cual fue exigida de nueva cuenta por los capitalinos por medio de la porra, 'íOlé, Olé Olé, Rammstein, Rammstein!, pocos segundos después, el vocalista vistió una alas plateadas que escupían fuego para recitar la canción 'Engel'.
Finalmente, el averno se concretó cuando los germanos cerraron su actuación con la canción 'Te quiero puta', la cual fue cantada con fuerza por los miles de asistentes, que se sometieron a las llamas infernales de Rammstein que dominó con su rock y su espectáculo a la capital del país.