La verdad detrás del Grinch

La ciudad se encuentra completamente pintada de blanco, se necesitan botas amplias y gruesas para poder pisar el frío suelo, pero aunque el invierno trata de hacer de las suyas, el calor humano no permite que eso suceda.

Obviamente este paisaje no es Lagunero. Nos encontramos dentro de un copo de nieve, en una pequeña ciudad llamada “Villa Quién”. Los quién, como se hacen llamar los habitantes, son personas de estatura muy pequeña (tanto que viven en un copo de nieve), llegamos hasta aquí para entrevistar a uno de los personajes más polémicos en épocas decembrinas. Una linda niña de nombre Cindy Lú, llevó a Urbana hasta la casa del Grinch.

Llegar a su hogar fue toda una odisea, ya que para entrar en su guarida todo invitado debe de deslizarse por el ducto de basura que hace llegar directito a su estancia.

Ya en su casa, el Grinch concedió una entrevista a Urbana para conocer un poco más de lo que se ha visto en pantalla.

Urbana: Grinch, como es bien sabido eres un quién que ve a la Navidad con un punto de vista diferente, ¿Cuál es tu opinión sobre este festejo?

Grinch: Si la gente quiere festejar, no hay motivo para celebrar. Tantas luces y color intoxican el corazón.

Urbana: ¿Por qué hablas en rima?

Grinch: Interesante pregunta, te contestaré yo. No hace mucho tiempo existió un gran escritor, de nombre Dr. Seuss y de gran imaginación y en 1957 a mi vida me dio.

Urbana: ¿Hay un lado amargo de la Navidad o sólo es el color verde? ¿Que nos puedes decir sobre los colores navideños?

Grinch: Pasado de moda el rojo está, el azul con nada combinará, es el verde el que resalta y los duendecillos saltan al portar con devoción este magnífico color.

La Navidad, como mi corazón, se estira y se encoge según la ocasión.

Urbana: Es como una goma que se estira y se encoge…

Grinch: No es gracioso, goma no es, es la percepción de cada quién, unos gastan sin querer, pero a nadie hacen bien, no sirve de nada adornar, si a los quienes has de maltratar.

Quieren pudín, pero el amor no pudín dar, es el lado amargo de la Navidad.

Urbana: Entonces, no es que no te guste la Navidad, lo que no te gusta es como lo festejan ¿no?

Grinch: Ya me gusta un poco más, cuando amor se trata de dar, todo se siente diferente e incluso el ambiente es más alegre.

Urbana: ¿Por qué decidiste en su momento robar la Navidad?

Grinch: Les di una lección y aprendí del gran error. Me quejaba de los quienes y era igual al pensar que la felicidad estaba en lo material, les robe cada adorno, cada esfera y sonrisa, fui ruin, malvado y egoísta.

Pensé que sin sus cosas Villa Quién iba a llorar, más cuál fue mi sorpresa que empezaron a cantar, la gente se abrazaba y sin objetos, sonreía y yo no podía más, no se lo merecían.

Urbana: ¿Es cierto que tu corazón creció?

Grinch: Fue algo espeluznante, no lo podía creer, como cuando crece un hueso pasó aquella vez. Un sentimiento inolvidable, algo difícil de expresar, mis ojos goteaban agua y…. hay, ya me cansé de rimar. (Dice el Grinch entre lágrimas)

Urbana: ¿Cuáles han sido los regalos navideños que más te han impactado?

Grinch: Una vez fueron muy malos ya que una rasuradora a mi me regalaron, fue humillante y despiadado y hasta para el Grinch fue desalmado.

Dejando de lado lo malo, hubo un regalo que me encantó, las mujeres que me cuidaron lo tejieron con su amor, era un suéter con mi nombre y hecho de algodón.

Urbana: ¿Qué regalo deseas esta Navidad?

Grinch: Se que sonará extraño lo que pronunciarán mis labios, pero este año quiero abrazos, mucho amor y más tallas en mi corazón.

Pues bien, ya saben que le pueden regalar, que además de no ser caro, se encuentra en todos lados, en Villa Quién existe el Grinch pero todos conocemos a alguien así. Si no sabes que le vas a regalar, Grinch ya te dio una opción para dar