
La exploración del ojo izquierdo evidencia secuelas muy graves, una hemorragia en fase de resolución y desprendimiento de retina lo que le impide percibir la luz.
Los oftalmólogos del Instituto Fernández-Vega que han examinado el ojo izquierdo del torero Juan José Padilla, herido gravemente por una cornada el pasado 7 de octubre, no han conseguido visualizar la cabeza del nervio óptico, que probablemente presente "daños severos".
Según el parte médico firmado por el doctor Luis Fernández-Vega, la exploración del ojo izquierdo evidencia secuelas muy graves, una hemorragia en fase de resolución y desprendimiento de retina lo que le impide percibir la luz.
Así, el pronóstico respecto a la función visual de dicho ojo izquierdo es "muy grave" y los facultativos recomiendan una actitud "expectante" ante cualquier variación en la percepción visual para indicar otros cuidados médico-quirúrgicos.
Padilla, que se encuentra orientado, camina sin ayuda y cuyo ojo derecho funciona con normalidad, se someterá a otra exploración en la clínica Fernández-Vega dentro de quince días tras recibir ayer el alta del hospital Miguel Servet de Zaragoza, al noreste de Madrid, y hasta entonces recibirá un tratamiento contra la inflamación y para prevenir infecciones.
Tras abandonar el centro sanitario, Padilla anunció ayer que le será "imposible" proseguir la temporada en América, como tenía previsto, pero que volverá a vestirse de torero la próxima temporada porque, subrayó: "así está escrito en esta profesión".
El diestro, de 38 años, fue corneado de gravedad en la segunda corrida de la Feria del Pilar, en Zaragoza. El pitón del astado le atravesó el rostro y afectó gravemente al ojo izquierdo, la mandíbula, el pómulo y la nariz.