Picoso y saludable
Picoso, pero sabroso… y además saludable. El chile, pasión de unos y tormento de otros. Crudo, toreado, relleno, cocido, asado, molcajeteado, seco. Muchas son las maneras como podemos saborear este fruto, y no se pude hablar de la comida mexicana sin pensar en él y ponerlo como uno de sus principales protagonistas.
Pero eso no es todo, además de aportar a nuestras comidas su peculiar color, olor y sabor, el chile tiene propiedades curativas y preventivas de enfermedades, siempre y cuando se consuma con moderación.
El chile es una fuente rica en vitaminas C, A, B6, potasio, magnesio, hierro y antioxidantes. Y estudios científicos revelan que su consumo regular, formando parte de una dieta balanceada, mejora el control posprandial de la insulina y disminuye el riesgo de diabetes entre la población obesa.
Pero además también puede ser un aliado contra la obesidad, la prevención del cáncer, tiene un efecto antimicrobiano, así como propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
Nuestra herencia
El chile (chilli en náhuatl) es conocido por los botánicos como Capsicum spp, una de las primeras plantas cultivadas en Mesoamérica. La Capsicum annuum, una de sus especies fue adoptada en México durante la época prehispánica.
Se sabe que Cristóbal Colón consideró al chile como un integrante más en la ruta de las especias, creyendo haber conquistado Asia, pero fue en realidad un médico que viajaba con el almirante en su segunda expedición a las Indias, Diego Álvarez Chanca, el primero en describir sus propiedades medicinales y llevar chiles a España.
Por su sabor inigualable, los chiles se hicieron populares y se dispersaron con rapidez de Mesoamérica hasta las Filipinas, India y China, y actualmente los botánicos especializados en su estudio calculan que existen entre 2 mil y 3 mil tipos de chile en el mundo.
El ingeniero Raúl Colmenero, quien dictó la conferencia Efecto Antimicrobiano del Chile, la cual fue reproducida en el diario La Jornada, explica que “el chile es una planta de la familia de las olanáceas, en las que también podemos hallar a la papa y al jitomate. Son parientes. Es una planta perenne; es decir, está presente todo el año. Se halla en México, Centro y Sudamérica. Se puede cultivar en zonas templadas o frías. Yucatán se caracteriza por el chile habanero. Veracruz, por el jalapeño y el serrano.
"En Coahuila, Sinaloa y Baja California Sur tienen sus especies. La comida mexicana no se puede imaginar sin el chile, al igual que el maíz y el frijol. Puede generar más apetito. Al año, los mexicanos consumen 500 mil toneladas de chiles verdes y 60 mil del seco”, señala el catedrático.
Sus propiedades
Raúl Colmenero realizó un estudio sobre la actividad antioxidante de extractos de tres chiles: pimiento, serrano y habanero. Gracias a esta investigación se determinó que el chile que tiene mayor efecto antimicrobiano es el pimiento, que no pica y que regularmente se usa para dar cierto sabor y color a los platillos.
Al respecto, Colmenero explicó que "Todos los chiles tienen vitaminas A y C, así como minerales. Un chile pica dependiendo de la concentración de capsaicina que posea.
"La capsaicina es el compuesto químicamente responsable de dar el picor. De acuerdo con esto se dividen en dulces, picantes o muy picantes. La capsaicina es parte del sistema inmunológico de los chiles para defenderse de agentes patógenos. Por eso estudié el efecto del chile sobre bacterias. La hipótesis era que este efecto antimicrobiano se debía a la concentración de capsaicina, pero no fue así. Los resultados fueron que los pimientos tienen mayor efecto antimicrobiano, pero éste no depende de la capsaicina, ya que, por ejemplo, el habanero es el que menos efecto tuvo”.
Por estos motivos, Colmenero ha seguido experimentado con más chiles, en vías de que el extracto sirva como cura para algunos padecimientos.
"También detectamos que las personas cuya dieta se basa en el consumo de los chiles estudiados no se enferman tan fácilmente por bacterias. Al desvenar un chile un ama de casa lo que hace es quitarle el picante. Sólo eso. Mientras menos pique un chile es más antimicrobiano. Otra ventaja que tienen los chiles es que son antioxidantes, por su concentración de vitamina C. Es sana la dieta con chile, sal y tortilla".
Por su parte, la doctora Martha Irasema Peña, explicó a la agencia El Universal, que por "su riqueza en proteínas, el chile es benéfico para la salud", y que su consumo disminuye el riesgo de sufrir de gripes, resfriados, y previene el envejecimiento prematuro, mejora el proceso digestivo y evita problemas estomacales.
Pero además, la nutrióloga explicó que el chile ha demostrado en pruebas científicas que cuenta con la capacidad de bajar los niveles de colesterol y que es un excelente anticoagulante.
“Tailandia hizo una investigación en la cual se demostró que este alimento es un excelente anticoagulante, lo que permite una mejor circulación sanguínea. Esto, a su vez, previene, la formación de coágulos, ataque cardiaco y reduce el colesterol en la sangre”.
Otro estudio que fue publicado en American Journal of Clinical Nutrition, asegura que los chiles son muy ricos en antioxidantes, tienen propiedades analgésicas, antiinflamatorias e inhiben el desarrollo de células cancerosas en el páncreas. Pero que además los chiles disminuyen el contenido graso y energético de la dieta en el acto mismo de la digestión y mejoran el control de la insulina en un 60%.
Aliado contra la obesidad
De acuerdo a una investigación desarrollada por científicos surcoreanos el chile también es un aliado contra la obesidad ya que el consumo de capsaicina, la sustancia que los hace picantes, logra que se acumule menos grasa en el cuerpo.
Los investigadores de la Universidad Daegu, realizaron un experimento para comprender el efecto de la capsaicina en las grasas, administrando dietas altas en grasas con y sin capsaicina a ratas de laboratorio. Las ratas tratadas con capsaicina perdieron 8% de su peso corporal.
Otras investigaciones realizadas por el Departamento de Biología Humana de la Universidad de Maastrich, en los Países Bajos, sugieren que especias como el chile o la pimienta pueden aumentar la termogénesis y, con ello, aumentar el gasto calórico del cuerpo. La termogénesis es la capacidad de generar calor en el organismo debido a las reacciones metabólicas, por lo que una mayor termogénesis va asociada a un mayor gasto energético a través de la oxidación de grasas.
En pocas palabras, cada vez que comemos un chile quemamos grasa ya que el cuerpo genera calor. Ésta es una manera “fácil” de explicarlo, pero el objetivo de todas estas investigaciones es poder encontrar la forma de cómo usar la capsaicina para combatir la obesidad.
Sin culpa
El autor del libro Los alimentos mágicos de las culturas indígenas mesoamericanas, Octavio Paredes López, señaló en entrevista para la cadena CNN, que la capsaicina está presente en numerosas medicinas contra la artritis y el reumatismo, tiene efectos positivos para disminuir el dolor de cabeza, la migraña, previene enfermedades respiratorias, ayuda a la cicatrización, favorece un mejor aprovechamiento del hierro y mantiene la piel en buen estado.
Y para aquellos que aún no estén convencidos por el miedo a sufrir un mal digestivo, aunque parezca contradictorio, el chile es un remedio natural, ya que capsaicina estimula la producción de jugos gástricos, que mejoran la digestión y provocan más apetito.
Así que la siguiente vez que tenga la oportunidad, deleite su paladar con un delicioso chile y recuerde que si lo hace con moderación estará ayudando a cuidar su salud.
Fuentes:
El chile y sus efectos benéficos para la salud, CNN México.
El chile es más que sabor, La Jornada.
Beneficios del chile en la salid, El Universal.
Comida picante contra el sobrepeso, Euroski Consumer.
Chiles picantes y curativos, Euroski Consumer.