Ponen en duda detector de narcóticos
Un vehículo es inspeccionado por elementos de la 21a Zona Militar en Ario de Rosales, Michoacán. Encuentran un rifle AK-47, una pistola 9 mm y 500 gramos de metanfetaminas. Revisan los alrededores y hallan otra camioneta con más armas.
Los soldados dicen que esto se logró con apoyo del detector molecular GT 200. Los fabricantes presumen que el aparato permite la detección remota de explosivos, drogas o armas a través de campos magnéticos. Pero las leyes de la física indican lo contrario: no sirve.
Físicos de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) confirman que el aparato de 27 x 7.5 x 4.5 cm usado por las Secretarías de Defensa, Marina y muchas otras instituciones en la lucha contra la delincuencia carece de eficacia.
"El aparato no tiene nada: es un mango de plástico con una antenita que rota alrededor de un pivote y una cajita donde se pone una especie de tarjetas de crédito", afirma Luis Mochán Backal, del Instituto de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
LOS COSTOS El costo de cada detector va de 20 a 30 mil dólares, según las respuestas obtenidas por ciudadanos a través del Instituto Federal de Acceso a la Información, disponibles en su portal web. El biólogo y escéptico Andrés Tonini, uno de los solicitantes, consigna en su blog que el mayor comprador es la Sedena, con 742 de los 940 artefactos contabilizados hasta este año. La dependencia erogó más de 272 millones de pesos. Tonini alerta que en México se compra y usa también un detector similar: ADE651, fabricado por ATSC.
Mochán sabe de la existencia de estos equipos desde los años 90, pues en los congresos de física se han analizado. En el país se tienen al menos desde 2007. Los gobiernos de varios países también han puesto en duda su utilidad. El de Inglaterra prohibió en 2010 la exportación del mencionado ADE651 a Irak y Afganistán para evitar que sus soldados se expusieran al peligro de detonación de explosivos no registrados.
En una nota de la BBC (http://news.bbc.co.uk/2/hi/programmes/newsnight/8481774.stm) la oficina inglesa de Asuntos Exteriores señaló que tras la prohibición alertaría urgentemente a los gobiernos de otras naciones que pudieran haber adquirido dispositivos como el ADE651 y el GT200, que son "completamente inefectivos para detectar bombas y explosivos".
EXTENSO USO Otros países donde se emplea el GT 200 son Kenya, Líbano, Jordania, China y Tailandia, según la BBC. En este último las autoridades atribuyen a la ineficacia del aparato las muertes de varias personas debido a explosivos. Luis Mochán revisó la ficha técnica del mismo y vio "gran número de errores conceptuales y frases sin significado con lenguaje científico fuera de contexto".
También halló que "las frases con significado son falsas y describen la operación de un equipo no compatible con el saber científico actual". El portal de la empresa Global Technical LTD, fabricante del GT200, dice que funciona con energía electrostática del cuerpo y que podría detectar milésimas de millonésimas de gramos de materiales hasta 5 mil metros de distancia (en el aire).
Mochán aclara: el cuerpo no genera electricidad estática (es conductor); aun si su movimiento pudiera cambiar la distribución de energía electrostática a su alrededor, ésta sería insuficiente para operar el equipo. Y rechaza la detección remota: un kilo del mejor imán produciría a 10 metros de distancia un campo magnético miles de veces menor que el de la Tierra.
LOS RIESGOS Además de ser una fraude a las instituciones que lo compraron, el GT200 pone en peligro a los militares y policías mexicanos y a los ciudadanos que son incriminados con base en la lectura del equipo. Ante ello, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la Recomendación General No 19 sobre la Práctica de Cateos Ilegales, publicada el pasado 18 de agosto en el Diario Oficial de la Federación.
EL UNIVERSAL