Ante la pérdida de los valores que degeneran el tejido social y el fracaso del sistema educativo nacional, la iglesia católica propone un servicio de formación de la persona basada en la educación y la religión.
En la más reciente asamblea plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los obispos de la nación analizaron a fondo la idea de incluir la enseñanza religiosa en el sistema de educación pública tomando en cuenta, entre muchos otros factores, que en nuestros días los jóvenes tienen más recursos de conocimiento y capacidades tecnológicas que la generación responsable de su educación y viven además un ambiente deshumanizante, una cultura que duda del significado de la verdad, del bien y de la vida.
Al respecto, el primer obispo de la Diócesis de Gómez Palacio, José Guadalupe Torres Campos sostiene que existe una aseveración equivocada, pues cuando la iglesia se pronuncia, muchos piensan que queremos abarcar ámbitos que no nos corresponden...simplemente consideramos que la tarea de educar es absolutamente de todos y la iglesia asume esa misión, aunque de no atenderse esta emergencia seguiremos en una vorágine en detrimento de la persona.
Formado en el Seminario Diocesano de León, Guanajuato, con estudios de especialización en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma, Torres Campos, recuerda que la educación ha sido un tema analizado ya en anteriores conferencias con el lema "Evangelizar educando y educar evangelizando", de donde saldrán líneas de acción en el sentido eclesial ante la mala formación de la persona.
La iglesia puede colaborar a favor de la persona, explicó a través de varias instancias como el involucrarse con jóvenes, universitarios, con promoción de valores, catequesis, pedagogía, pero principalmente en valores desde el evangelio como modelo de maestro en la verdad, la justicia, la solidaridad, en el respeto.
Torres Campos prefirió no abundar en detalles sobre los planteamientos que hará la iglesia a todos los sectores con miras a incluir la religión en el servicio educativo.
Arturo Macías Pedroza, párroco en La Sagrada Familia de la colonia Las Rosas de Gómez Palacio aclara por su parte: "lo que vamos a proponer no es que todos se hagan católicos, sino un proyecto de nación en la que la iglesia pueda contribuir con lo que ella tiene, un proyecto de formación de la persona que necesita México", atendiendo así la promoción del Papa Benedicto XVI con los sistemas de educación pública de las naciones modernas.