El escritor mexicano Rafael Bernal es considerado por la crítica como 'un gran olvidado', pues aunque destacó en diversos ámbitos y géneros literarios, el rotundo éxito de su obra 'El complot mongol' opacó significativamente sus demás trabajos.
Bernal nació el 28 de junio de 1915, en Michoacán y estudió en el Colegio Francés de San Borja, así como en el Instituto de Ciencias y letras de la Ciudad de México, aunque el bachillerato lo realizó en Montreal, Canadá.
En la escritura destacó por tratar temas que fueron reflejo fiel de la situación política, social y económica del México del siglo pasado, en el que vivió, el cual, como lo describen sus novelas, no dista mucho del país que hoy vemos.
En este tenor, la formación que tuvo en radio, televisión y prensa escrita, demostró lo directo que fue en el ámbito personal y profesional, destacando en diversos géneros de la literatura, pero de forma exaltada, en la novela policiaca, que encontró sus albores en la obra 'El complot mongol' (1969).
Este volumen, minimizó otros de los trabajos de Bernal, no por que fueran malos, sino porque 'El complot mongol' figuró como una de los escritos más populares la grado de convertirla en cómic.
Otras de sus obras fueron 'Su nombre era muerte' (1947), 'El ídolo' (1952), 'Un muerto en su tumba' (1946), 'Gente de mar' (1950), 'Trópico' (1946), 'Caribal' (1955), 'Doce narraciones inéditas' (2006) y la obra teatral 'Antonia' (1961), que publicó por su cuenta, por estar enrolado en su papel como diplomático en Perú.
Respecto a los temas que abordó en sus piezas literarias, destacó las obsesiones que Bernal tenía como la narración policiaca, el cristianismo, la selva, el mar con todo su entorno, así como el fracaso de la revolución, tergiversada desde un principio, según descubrió el investigador Vicente Francisco Torres.
También abarcó lo que se conoce como el género negro en que fue notable, no obstante de ello, según el argumento de Mempo Giardinelli, 'fue un gran olvidado injustamente', ya que no alcanzó el reconocimiento que tuvieron otros escritores que compartieron el espacio temporal con él.
Fue un incansable viajero que visitó estados Unidos, Canadá, Colombia, Cuba y Venezuela, gustó que mostró en algunas de sus narraciones cuyos títulos describen este pasaje de Bernal.
Su última morada fue Suiza, en donde falleció el 17 de septiembre de 1972, lejos de tierra purépecha, su lugar de origen.