Originario de la comunidad Purísima del Rincón, en Guanajuato, el pintor y artista plástico Hermenegildo de la Luz Bustos Hernández, quien logró destacar a nivel mundial gracias a la universalidad de su producción artística y a su singular talento en el arte, falleció hace 105 años, el 28 de junio de 1907.
Hijo de José María Bustos y de Serafina Hernández, Hermenegildo Bustos vio la primera luz el 13 de abril de 1832.
De acuerdo con los datos biográficos que difunde su comunidad de origen, sus primeros años de vida pasaron allí sin que se tengan muchos datos al respecto, salvo que sobrevivió a las epidemias de cólera que azotaron a su pueblo en dos ocasiones. La primera en 1833 y la segunda en 1850.
El texto, publicado en el sitio “purisima.guanajuato.gob.mx”, señala que el pintor mexicano estudió en el Colegio El Divino Salvador, del cual fue fundador el padre José Guadalupe Fernández y de quien más tarde Bustos haría un retrato de cuerpo completo, acompañado de sus elementos eclesiásticos.
Fue un hombre sencillo, humilde, modesto, que siempre se enorgulleció de su origen. Su primera pintura famosa fue la que realizó al presbítero Vicente Arriaga en 1850, aunque no fue su primer cuadro. Posteriormente retrató a su padre.
En 1854 contrajo nupcias con Joaquina Ríos pero no tuvieron descendencia.
Su talento no provino de ninguna escuela de arte, por lo que Hermenegildo pareció haber recibido un don. El óleo sobre lámina fue el soporte que más utilizó. Sus pinturas se caracterizan por retratar a personajes de tres cuartos y de frente.
Utilizó en casi todos su fondos tonalidades neutras y aunque en un principio retrató utilizando un rectángulo, con el tiempo pasó a utilizar el óvalo, lo que dio impresión de fotografía a sus cuadros.
En 1860 dejó el retrato de sacerdotes para abocarse a retratar familias y parejas. Dos años después retrató a Juan Nepomuceno Gutiérrez Valdivia, obra de la cual se dice existen tres versiones.
Asimismo, en temporada de Semana Santa, Bustos gustaba de convocar a su pueblo para organizar las festividades correspondientes a la fecha y escribía los cánticos religiosos, poniendo a prueba su talento en la música.
Y además del arte, Bustos se desempeñó en diversos oficios, tales como nevero, hojalatero, albañil, orfebre, sastre y carpintero, así como escenógrafo, músico, escultor y en algunas ocasiones arquitecto, historiador y astrónomo.
La vasta y pintoresca obra de Bustos se encuentra distribuida entre varias localidades de Guanajuato, entre ellas, San Francisco del Rincón, León, Silao, Irapuato, Ciudad Manuel Doblado y otras ciudades de México, como Aguascalientes, Zacatecas, Ciudad de México y Jalisco.
Sus obras fueron coleccionadas en un principio por el escritor Francisco Orozco Muñoz, después por la casa del doctor Aceves Barajas, de Francisco del Rincón, que posteriormente se convirtió en el Museo Hermenegildo Bustos.
Su obra se ha expuesto en el Museo Nacional de Arte de la Ciudad de México, en París, Estocolmo, Londres y Tokio.
El pintor dejó un recuerdo entrañable en la historia de su pueblo del cual nunca se alejó, y cuyos habitantes quedaron inmortalizados en varias de sus pinturas, así como los santos, los milagros exvotos y los fenómenos del cielo.
Falleció a los 75 años de edad y sus restos fueron sepultados en el cementerio su pueblo natal.