El general Lázaro Cárdenas del Río se distinguió por su política económica y social interesada en rescatar al país de la ruina económica en que se encontraba, lo que se vio también plasmado en su política agraria.
Buscando el cumplimiento de lo plasmado en la Constitución de 1917 y siguiendo los planes originales de Emiliano Zapata, el general diseñó y ejecutó una Reforma Agraria que consistió en el reparto de 18 millones de héctareas de tierras a las comunidades.
Dicho reparto es considerado el más grande del siglo en la historia de México, y fue efectuado en el norte del país.
Con el reparto se aumentó a 25 millones de hectáreas las que se encontraban fuera del régimen de propiedad privada.
Además se incentivó y dio seguimiento a la formación de pequeñas unidades productivas autosuficientes alimentariamente, que son los ejidos.
El ejido consistía en una dotación de tierras que eran entregadas a comunidades para que las aprovecharan a su conveniencia. Incluso la misma comunidad, a través de la Comisaría ejidal era la encargada del orden dentro de la propiedad.
Un día como hoy, pero del año 1936, el general Cárdenas emitió el acuerdo para repatir, entre los campesinos sin tierra, todas las de la Comarca Lagunera de Durango y Coahuila, según información de la Secretaría de Educación, en un hecho que marcó la historia regional.
^AC