En su último informe de gobierno, José López Portillo decretó la nacionalización de la banca. ARCHIVO
“He expedido en consecuencia dos decretos, uno que nacionaliza los bancos privados del país y otro que establece el control generalizado de cambios… Es ahora o nunca, ya nos saquearon. México no se ha acabado. No nos volverán a saquear”.
Estas fueron las palabras del presidente José López Portillo al finalizar su último informe de gobierno, un día como hoy pero del año 1982, y con el que se establecía, por decreto presidencial, la nacionalización de la banca.
Lo anterior se sustentaba bajo el argumento de López Portillo de que la banca privada promovía la fuga de divisas y permitía el predominio de quienes llamó ‘sacadólares’ y que habían llevado al país a una crisis financiera.
En total, fueron 49 bancos los nacionalizados.
Cabe destacar que la medida no fue recibida por el sector privado y algunos grupos de críticos e intelectuales como algo oportuno, sino más bien oportunista de parte de Portillo, de quien decían tenía únicamente intereses de rescatar su período en un intento desesperado.
Los banqueros finalmente recibieron una indemnización de mil 200 millones de dólares, la cual, por cierto, fue terminada de pagar hasta 1989.
Cabe destacar que en si, la medida de la nacionalización fue breve, pues durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari la banca volvió a privatizarse en un hecho que generó aún más críticas para el entonces mandatario y para Portillo, pues ésta ocasión la banca se otorgó principalmente a personas extranjeras.
De hecho, vale saber que, en la actualidad, 92 por ciento de los bancos del país pertenecen a grupos financieros extranjeros.
^AC