
Antonio Lomelín Jr., un torero formado a la alta escuela en España, espera sacar provecho a las enseñanzas que recibió en la escuela taurina del ‘Juli’. Desea torear pronto en Torreón, su tierra natal.
Con el orgullo y responsabilidad de llamarse como su padre, Alejandro Antonio Lomelín Orozco, de apenas 19 años de vida, lidia día a día con un compromiso heredado por uno de los grandes de la fiesta brava mexicana, situación que le demanda la totalidad de su tiempo, al saber que la exigencia del público tiene fundamentos sólidos para pedirle su máxima entrega en cada novillo que le toca torear, sea cual sea el ruedo que pise.
"El apellido Lomelín sí pesa, yo al menos sí lo he sentido, pero ha sido en las plazas de México y Guadalajara, donde la exigencia de la gente es mucha, me ve con lupa. Me siento orgulloso de llamarme como me llamo y sentir que me exijan; me hace sentir bien, porque sé que esperan mucho de mí''.
El nacido en Torreón el 2 de enero de 1993 y heredero del nombre del maestro acapulqueño Antonio Lomelín Migoni, vivió sólo dos años en Torreón, siendo llevado a vivir muy pequeño a la Ciudad de México y posteriormente a Pachuca, donde se estableció al lado de su mamá.
SINTIÓ EL LLAMADO DE LA SANGRE
"Nunca me sentí atraído por ser torero, pero un día que fui con mi mamá a los toros aquí en Pachuca, en noviembre de 2007, le dije que quería ser torero, ella se sorprendió porque días antes me lo había preguntado y yo le dije que no.
Fue algo muy curioso, de pronto sentí ese deseo de estar en el ruedo. Me atrajo, me gustó lo que vi y sentí la necesidad de estar ahí, fue algo muy especial que me llamó a intentarlo. Siempre que iba a una corrida sentía la presencia de mi padre en la plaza de toros, pero ese día fue aún más''.
Destacó Lomelín que primero se acercó a Pablo Samperio ahí en Pachuca y posteriormente se trasladó a Aguascalientes, donde hizo equipo con el matador Israel Téllez.
Su deseo por superarse y viajar a España lo hizo buscar la forma de llegar al 'Viejo Continente' y con ayuda de un amigo cumplió con los requisitos, siendo aceptado en la Escuela Argana del matador Julián López 'El Juli'.
"Allá cada quien paga sus gastos, pero lo que es la escuela, es muy barata, ya que se cobra algo simbólico, algo así como 80 pesos mensuales (5 euros). Para mi fortuna, fui invitado varias veces por 'El Juli' a torear en el campo, además de un festival; sin duda una gran experiencia para mí por tener esa distinción de su parte''.
Tras un gran trabajo en la escuela ibérica de 2009 a 2011, estableció contacto con su hoy apoderado Jorge Canales, y tras exponer ambos sus planes y deseos, se trabajó y se logró establecer una relación con el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, quien desde entonces lo apoya en gran forma.
INICIA SU PROPIA HISTORIA
De esta forma, tras un gran periodo de aprendizaje en España, llegó el momento de hacer su presentación como novillero, honor que tuvo el 5 de febrero de 2012 en Lagos de Moreno, Jalisco, al lado de Pablo Hermoso de Mendoza y Fermín Espínola, para después recorrer junto con el rejoneador navarro una buena cantidad de plazas mexicanas, donde se dio a conocer como novillero, entre ellas el Coliseo Centenario de Torreón, donde fue bien aceptado por la afición.
Así, al momento cuenta con 16 novilladas y un buen número de festivales y en su reciente participación en la Monumental Plaza de Toros México dejó ir una oreja al pinchar, aunque dejó un muy buen sabor de boca entre la exigente afición del máximo escenario mexicano. Previamente en Guadalajara tuvo petición de oreja.
"Me gustaría regresar a Torreón, hay buenas posibilidades si va para allá el maestro Pablo Hermoso de Mendoza en 2013, pero también me gustaría torear en la Plaza de Toros Torreón, donde lo hizo mi padre, sería algo muy especial para mí por tantos recuerdos que él dejó en ese lugar''.
LA FIESTA BRAVA SEGUIRÁ
Cuestionado sobre las iniciativas que surgen en diferentes regiones con la intención de lograr que se prohíba la fiesta brava por considerarla un acto de barbarie en contra del toro, el juvenil consideró muy respetable la posición de los antitaurinos, pero aseguró que los toros seguirán.
"A los antitaurinos se les entiende y respeta su punto de vista, pero nosotros pedimos lo mismo; todos somos libres de ir o no ir a los toros.
El aspirante a torero afirmó que el no matar al toro ya se hizo en Sudamérica y Portugal y no es lo mismo. "Al toro bravo se le da oportunidad de defenderse y sobrevivir, no es igual a un toro de engorda, el destino de un ejemplar bravo es morir en la plaza''.
Respecto a la crisis que vive el toreo en México, afirmó que en la actualidad no se tienen figuras, aunque se cuenta con talentos que se abren camino, mencionando a Juan Pablo Sánchez y Arturo Saldívar, entre otros, quienes requieren de las oportunidades para lograr establecerse como figuras.
Agregó que por fortuna se han creado academias taurinas, donde los niños y jóvenes son capacitados en las artes taurinas, lo que en definitiva es un acierto para esta actividad. Al respecto, alabó la labor del matador Arturo Gilio, quien en Torreón abrió hace más de un año la Academia de la Cultura Taurina en el Coliseo Centenario, donde gratuitamente promueve la enseñanza del toreo entre los nuevos valores, lo que tarde o temprano dará frutos.