Distinción. El arquitecto Wang Shu criticó el desorden de las ciudades actuales. (Cortesía)
El arquitecto chino Wang Shu, de 48 años, laureado con el premio Pritzker 2012, considerado el Nobel de la Arquitectura, dijo que China debe repensar el verdadero significado de lo que es una ciudad y el urbanismo, en una conferencia de prensa horas antes de recibir el galardón en Pekín.
"Han exagerado en las construcciones. Lo que ahora vemos no se pueden llamar ciudades, es una acumulación de grandes edificios. El gran problema está y ya se puede ver. China debe volver a pensar el verdadero significado de lo que es una ciudad", apuntó Wang Shu, premiado por una obra artesanal, ecológica y en filosófica armonía con la tradición y modernidad.
Además, reparó en que el gigante asiático no debe entrar en la carrera por conseguir el 70 por ciento de urbanismo europeo porque, según mencionó, "China ya ha alcanzado el 50 por ciento de urbanismo y, si se tiene en cuenta su gran población, su nivel de urbanidad ya sobrepasó el estándar".
Nacido el 4 de noviembre de 1963 en Urumqi, en la región autónoma de Xinjiang (noroeste), Wang Shu añadió que con el vertiginoso crecimiento inmobiliario chino muchas ciudades se han destruido, y que los edificios chinos deben ser "más igualitarios, sostenibles y ecológicos".