Balacera. Tres personas del sexo masculino fallecieron al ser blanco de los balazos disparados por varios individuos armados.
Las instalaciones de un yonke ubicado por la carretera a Mieleras, en el ejido Los Arenales, se convirtió en el escenario de una balacera con saldo de tres hombres muertos y dos lesionados ayer por la mañana. A 400 metros de la escena del crimen se localiza un retén militar.
Autoridades de la Delegación de la Procuraduría General de Justicia del Estado, informan que a las 10:45 horas se activó el Código Rojo para reportar una balacera en el yonke "La Melona", localizado en el citado poblado, a un lado de la carretera que conduce al poblado Mieleras, al extremo suroriente de la ciudad y muy cerca del retén militar.
Al establecimiento de compraventa de refacciones automotrices usadas llegaron varios sujetos armados justo en el momento que entraban tres personas que iban a buscar una pieza automotriz.
Los tres clientes fueron rafagueados, al igual que dos empleados, muriendo unos instantes después uno de los clientes y los dos trabajadores, en tanto que los otros dos resultaron lesionados y fueron auxiliados poco más tarde por paramédicos de la Cruz Roja que los trasladaron a un hospital.
Indicaron las autoridades que los dos trabajadores muertos son Manuel Alejandro Chávez Ríos, de 27 años y José Iván Aguilar Chávez, hijo y sobrino, respectivamente, del propietario del establecimiento, quien resultó ileso porque se encontraba en las oficinas que tiene en la planta alta.
La otra víctima se llamaba Fernando Mendoza Jaramillo de 35 años, quien había acudido a comprar una refacción al yonke junto a los otros dos lesionados.
Trascendió que el ahora occiso y los otros dos lesionados habían llegado a bordo de una camioneta Ford tipo pick- up, en cuya cabina se quedó un niño de tres años de edad que los acompañaba y que resultó ileso, pero fue presa de una crisis nerviosa luego de la balacera.
Aunque el lugar del ataque está a unos 400 metros del retén militar y la balacera se escuchó en todo el pueblo, los agresores pudieron retirarse antes que llegaran los elementos del Ejército Mexicano.
Poco más tarde acudieron familiares de los occisos, quienes rompieron en llanto.
