Foto: LA I
De alrededor de 5 mil taxis concesionados que operan en Torreón, incluyendo la ruta Centro, un 70 por ciento se realiza mediante el esquema de "rentismo".
Los dueños cobran entre 250 y 300 pesos por vehículo y la concesión.
Adicionalmente, el chofer debe pagar 150 pesos semanales por la frecuencia de los radios para estar conectado con las bases y recibir las llamadas de servicios de transporte.
El costo de la gasolina diaria, también corre por su cuenta; el mantenimiento de la unidad automotriz es lo único que paga el concesionario.
Luis Campos González, director de Transporte Municipal, reconoció el fuerte "rentismo" que existe: "es del orden del 70 por ciento del padrón total de taxis pero no es una situación nueva".
Lo que tampoco es nuevo en el servicio es la falta de vigilancia por parte de Autotransporte Municipal en el renglón operativo.
Los taxistas no portan gafete de identificación y tampoco utilizan el taxímetro. En algunas líneas no se cuida el aspecto personal de los choferes y hasta la limpieza interior del taxi deja mucho que desear.
Hay vehículos que no cumplen con las normas mínimas de seguridad para los viajeros pues ni manija interior tienen para que el usuario pueda abrir la puerta; tiene que bajar el vidrio y abrir por fuera.
Al respecto, Campos González dijo que regularmente se revisa la operación de las líneas de taxis, pero no dijo con qué periodicidad.
En la actualidad, el Departamento de Autotransporte es una de las áreas del municipio más abandonadas presupuestalmente; no hay vehículos para realizar los operativos.
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HORAS Trabajan en promedio los choferes para pagar el alquiler y la gasolina del vehículo.