Más armamento. Imágenes de la destrucción de una escuela en un barrio de la ciudad de Aleppo. El ejército sirio señala que ya tiene el control de la zona.
El primer ministro de Siria completó su deserción al amanecer tras ingresar a Jordania luego de pasar dos días escondido en su propio país, según las autoridades jordanas y el portavoz del rebelde Ejército Libre Sirio.
Describieron una operación que incluyó engañar a los medios de comunicación al informarles que el primer ministro Riad Hijab había llegado antes a Jordania a fin de evitar que las fuerzas de seguridad siria trataran de detenerlo. El portavoz del ELS, Ahmed Kassem, dijo el lunes que Hijab había desertado para entonces. El miércoles admitió que Kassem en realidad siguió en suelo sirio en los últimos dos días a la espera de poder cruzar la frontera.
Dijo que las declaraciones anteriores de los insurgentes a los periodistas fueron hechas para "confundir al régimen sirio sobre el paradero del primer ministro".
"De hecho, inventamos el truco y por suerte funcionó", dijo Kassem en una entrevista telefónica desde su sede en Turquía, donde apoya a los rebeldes en la guerra civil siria. "El ejército sirio creyó que el primer ministro ya había dejado suelo sirio y dejó de buscarlo", dijo. "Eso facilitó nuestro plan de llevarlo oculto a Jordania".
No fue posible confirmar la versión de forma independiente.
Las autoridades jordanas, quienes el lunes dieron versiones contradictorias acerca de si Hijab ya había cruzado la frontera, ahora dicen que la deserción se produjo el miércoles por la madrugada.
Un funcionario de seguridad jordano, que habló bajo condición de no ser identificado porque no está autorizado a hablar con los medios de comunicación, dijo que el ELS había notificado a las autoridades jordanas que el primer ministro desertor estaba en camino a Jordania. Se negó a decir cuándo.
"Tuvimos una coordinación estrecha para asegurar que llegara a salvo", dijo el funcionario de seguridad.
ASALTO A ALEPPO
Por su parte, las tropas sirias lanzaron ayer miércoles un amplio asalto por tierra contra la sitiada ciudad de Alepo y los insurgentes respondieron desde las zonas que controlan en una lucha que se ha prolongado más de dos semanas.
Las fuerzas del régimen recuperaron el control total de Salaheddin, el principal bastión de los rebeldes en la ciudad norteña, informó la agencia noticiosa oficial SANA. Los militares infligieron pérdidas fuertes a "grupos terroristas armados", uno de los términos con los que el gobierno se refiere a sus oponentes, agregó.
Sin embargo, Rami Abdul-Rahman, director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que la ofensiva de las tropas se topó con resistencia rebelde.
El régimen del presidente Bashar Assad sufrió varios reveses durante el mes pasado que parecen apuntar a un caos creciente en el país después de 17 meses de un levantamiento popular que se transformó en guerra civil. Cuatro altos funcionarios de seguridad fueron asesinados en Damasco, hubo una serie de deserciones de alto nivel -entre ellas la del primer ministro esta semana_, y las fuerzas gubernamentales tienen problemas para aplastar a los rebeldes en Damasco y Alepo.
El régimen tiene armas mucho más poderosas que los insurgentes y aún controla la mayor parte del país.
Alepo, la ciudad más grande de Siria y centro comercial de la nación, tiene una gran importancia simbólica y estratégica. Ubicada a unos 40 kilómetros de la frontera con Turquía, ha sido un pilar de apoyo al régimen desde el levantamiento.