Es difícil que un médico con vocación y éxitos profesionales, académicos y económicos, se involucre en la administración. Esto por temor a que se le diga burócrata, en el sentido despectivo que suele dársele a esa palabra.
No obstante, los médicos estamos involucrados directa o indirectamente con la administración, ya que de alguna manera la llevamos a cabo en nuestra casa, en el consultorio, con nuestra familia, en las sociedades médicas, en organizaciones sociales, deportivas, etc. Sin embargo, la mayor parte de las veces, esa administración se hace más en forma intuitiva que metodológica.
En el ejercicio de la profesión, normalmente nos enfrentamos con problemas médicos, que nos obligan a ser resolutivos; establecer un diagnóstico, un plan terapéutico oportuno, prevenir complicaciones y adoptar medidas que eviten nuevas enfermedades. Para ello es necesario investigar los antecedentes del paciente, llevar a cabo un interrogatorio y exploración física; solicitar los auxiliares diagnósticos, y hacer la prescripción razonada de acuerdo a la patología. Esto implica administrar en forma responsable el tiempo y los recursos que se requieren en cada etapa de la atención médica.
Como podemos darnos cuenta, en el proceso de la atención médica llevamos a cabo la administración. En este proceso utilizamos nuestros conocimientos, aplicamos metodología administrativa poco compleja y por sentido común y obtenemos buenos resultados. Sin embargo, administrar una unidad, o un sistema de salud cuyo objetivo primordial es satisfacer las expectativas de los derechohabientes, del personal y de una institución de salud, conlleva una gran responsabilidad moral y legal, y no puede hacerse en forma intuitiva; para desempeñarla bien, hay que prepararse.
Vale la pena interesar e involucrar al médico, que le guste o tenga la necesidad de realizar funciones administrativas, en el desempeño de un cargo directivo o bien en el curso de su práctica médica.
Sería interesante que las autoridades universitarias analizaran la posibilidad de que, en los programas de estudio de la carrera de Médico Cirujano en las facultades de medicina se incluya la materia de Administración en la medicina, que sería una gran oportunidad de adicionar a los conocimientos médicos que exigen los programas de estudio, los conceptos de administración básica y la relacionada con los recursos utilizados en establecimientos de salud, que les permita llevar a cabo una óptima práctica médica, con una mejor administración de los recursos.
Si todos los médicos tuviéramos la oportunidad de aplicar conocimientos administrativos en el quehacer diario de la medicina, los pacientes de instituciones públicas y privadas saldrían mayormente beneficiados al mejorar la calidad de la atención médica recibida. Igualmente las propias instituciones se verían favorecidas al optimizarse los recursos.
*Médico Cirujano General. Profesor de Propedéutica de la Clínica, Facultad de Medicina de Torreón, U. A. de C.
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La próxima colaboración será de la Dra. Susana BassolMayagoitia, endocrinóloga de la reproducción.