"Después de mí, el diluvio", esa parece ser la síntesis de las declaraciones del ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, en relación a la presunta vinculación del extinto capo de "Los Zetas", Heriberto Lazcano Lazcano, "El Lazca", con empresarios mineros; y la responsabilidad del ex titular del desaparecido Servicio de Administración Tributaria del Estado de Coahuila (SATEC) en la falsificación de documentos para contratar deuda pública durante su administración.
Ahora resulta que él fue el engañado o que todo sucedió después de que él dejó la gubernatura el 3 de enero de 2011. La deuda la contrataron a sus espaldas o después de que él dejó la administración; "El Lazca" se estableció en Progreso, Coahuila, y los empresarios empezaron a hacer negocios con los narcos durante la presente administración. Él no es responsable de nada y además se sorprende de la incapacidad de las actuales autoridades porque el capo recientemente abatido por la Marina "se les haya escapado muerto".
Ahora sí, ya fuera del gobierno y de cualquier función pública o partidaria, la información le llega a raudales y, desde luego, él la da por cierta y hasta prescribe cómo se puede dar con los empresarios mineros vinculados al narcotráfico.
El ex gobernador señala que el fundador de "Los Zetas" vivía en Progreso, Coahuila, una comunidad de escasos 3 mil 500 habitantes como minero y, por ello, se paseaba libremente por el pueblo, sin necesidad de andar armado o protegido por sus sicarios; y que el carbón que extraía lo vendía a empresarios legalmente establecidos y registrados como proveedores de la Comisión Federal de Electricidad y de la Promotora para el Desarrollo Minero de Coahuila (Prodemi).
Según él, "El Lazca" y "los malandros con los que se juntaba" descubrieron que "…más que el secuestro, las extorsiones, las cuotas que piden, que casi igual que el narcotráfico, su fuente de ingresos podía ser el carbón…", es decir, de acuerdo a esta lógica no es que se hayan metido al negocio de la explotación de tajos de carbón para lavar dinero o se hayan asociado con los empresarios establecidos para comercializar mercancía robada, era simplemente para comercializar el carbón que ellos producían en sus minas, explotadas según él ilegalmente, sin explicar si lo ilegal es porque no registraron la operación o porque ni siquiera eran los propietarios de los terrenos. Por otra parte, señala que hay empresarios que "…prosperaron en meses…".
En cualquiera de los supuestos la denuncia no se sostiene lógicamente. El crimen organizado se mete a los negocios legalmente establecidos para lavar el dinero de sus actividades ilícitas, no para financiarlas, es decir, el dinero que obtienen por sus acciones delictivas lo inyectan a las aparentemente lícitas para poder regresarlo a la economía formal y gastarlo ordinariamente, y normalmente en dicha operación pierden un porcentaje de lo que inyectaron.
Normalmente su sociedad con empresarios es precisamente para que sean el rostro legal de estos negocios, o bien, para que comercien bienes robados, como es el caso de la gasolina, los electrodomésticos, el acero, etc. Éste, de acuerdo a las declaraciones de Moreira, no es el caso, pues según él, el carbón resultó ser una fuente más caudalosa de recursos que todas sus actividades ilícitas, con lo cual la pregunta obligada es: ¿entonces para qué siguen con las actividades ilícitas, si una actividad que puede ser lícita les resulta más rentable?
Y además, de acuerdo a sus declaraciones, es tan rentable que lo es tanto para los narcotraficantes como para los empresarios que participan como intermediarios, pues según él "prosperaron en meses", de acuerdo que estos últimos tienen que tener una ganancia, pues de otra forma no se explicaría su participación, pero de ser ciertas sus declaraciones la explotación de las minas de carbón es un negocio excepcional.
Por otra parte, él afirma que "El Lazca" y sus sicarios no andaban armados y se paseaban libremente en el poblado, lo último parece confirmarse al presenciar tranquilamente un partido de beisbol en el parque de la comunidad, pero lo primero estaría en franca contradicción con las afirmaciones de la Marina, que indican que recibieron la denuncia anónima de que estaba un grupo armado y de que lo abatieron en un enfrentamiento, donde los delincuentes también dispararon.
Así que las que no parecen muy verosímiles son las declaraciones de Moreira, lo cual por supuesto no quiere decir que los empresarios mineros no estén vinculados con la delincuencia organizada, pues como señala el mismo líder de la Coparmex en Coahuila, Jorge Kalionchiz, al diario regiomontano El Norte: "No dudamos de que exista (relación de narcotraficantes con empresarios), pero ¿por qué no han actuado en contra de ellos?".
El ex gobernador tiene razón en la incapacidad de las autoridades para resolver el problema, en la demanda de que se investigue la vinculación de los empresarios con el crimen organizado y en que era verdaderamente increíble que "El Lazca" se paseara libremente en una comunidad de apenas 3 mil 500 habitantes; pero eso no surgió en los últimos 22 meses (desde que él dejó la gubernatura) ni los vínculos son como él los plantea, aunque sí corresponde a las autoridades estatales y federales desenmarañarlas y desenmascararlas, pero también en lo que respecta al excesivo y fraudulento endeudamiento público durante la administración que él encabezó y si "El Lazca" andaba o no armado cuando lo abatieron, pues no sería la primera ocasión que la Marina siembra armas.