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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

Los rucos están arrugaditos

JUAN RECAREDO

¿Cómo le decimos a un tipo sinvergüenza, falso, tramposo, de ésos que aprovechan cualquier oportunidad para sacar provecho indebidamente de algo? Pues los muchachos de ahora a un sujeto así le dicen gandaya, e incluso con el adjetivo hacen un verbo que es agandayar y que se refiere a la acción propia de un gandaya.

Pues ahora entérese usted que la palabra gandaya existe desde hace más de 600 años y se refería (y se refiere) a una redecilla para el pelo, significado que aún aparece tal cual en el Diccionario de la Lengua Española.

¿Entonces cómo llegó a convertirse la palabra gandaya, de ser una redecilla para el pelo, en un tipo tramposo y aprovechado? Pues es que los ladrones y los vagabundos en aquellos años usaban el pelo discretamente recogido con una redecilla con el objeto de… ¿de qué? Pues no sé, tal vez para identificarse entre sí.

El hecho es que hace cientos de años la palabra se desplazó de la cabeza a la persona y así aparece también en el Diccionario, aunque un poquito diferente pues dice que una vida gandaya es la vida del vagabundo, del tipo que no tiene ocupación.

Otra palabra que les adjudicamos a los jóvenes cuando hablan de la gente mayor es el sustantivo ruco. Un ruco es un anciano, un viejito de la tercera edad y así lo dicen (lo decimos) a veces con cariño y la mayor parte de las veces en un sentido despectivo.

Pues tengo que decirle que la palabra ruco ya está ídem (ya está ruca, ya es vieja) hace siglos se usa como sinónimo de arrugado. ¿Por qué? Pues porque la característica principal de los rucos es que se arrugan (nos arrugamos).

Revisamos la etimología (es decir, la raíz) de la palabra arrugado y encontramos que viene del latín rugatus que se forma a partir de ruga que es una arruga, específicamente una arruga de la cara.

Y si ya estamos hablando de palabras antiguas, citemos el adjetivo hermético que se refiere a algo cerrado, impenetrable, que no se puede abrir. Encontramos dos explicaciones para el origen de esta palabra.

Una, la más sencilla es que se deriva de Hermes que era el mensajero de los dioses en la mitología griega quien tomaba muy en serio su chamba de cartero y no permitía que alguien viera el contenido de las cartas que llevaba.

La otra explicación se refiere a la leyenda de un filósofo que vivió hace como 4 mil años y que se llamaba Hermes Trismegisto. Este cuate poseía los más grandes secretos de las ciencias y las artes, los cuales obviamente no podía revelar a cualquiera porque el hecho de tenerlos a él le daba súper poderes.

Los secretos de Hermes eran especialmente interesantes para los alquimistas que se pasaban la vida buscando la manera de convertir en oro otros metales y yo les hubiera dicho, pues batallan porque quieren, ¡váyanse a una casa de empeño!

Escríbale a Don Juan Recaredo: La dirección de su correo electrónico es [email protected]

PREGUNTA DEL PÚBLICO:

Soy José Inés Reyes y tengo una duda ¿existe el verbo aperturar?

RESPUESTA:

No. Últimamente se ha estado usando mucho, pero su uso es incorrecto.

Razonamiento audaz para terminar: nunca subo a una balanza porque sé que me va a pesar. ¿Cómo dijo? LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA.

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