Aterrorizado ante los estragos del obús que lanzó contra la planta productiva nacional, el gobierno está intentando atenuar los efectos de su apertura unilateral a favor de las exportaciones chinas con medidas que oscilan de lo ingenuo a lo temerario, o si lo prefiere de lo absurdo a lo irracional.
La razón se inscribe en el repudio generalizado de los industriales a la medida, tras cuyo impacto están dividiendo su intención de voto hacia los abanderados priístas, Enrique Peña Nieto, y del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador.
De entrada, en afán de contener la ira de los productores de calzado de Guanajuato, acaso el último bastión fiel al panismo, tras el levantamiento de las sanciones aplicadas a las exportaciones del país de la muralla por prácticas desleales de comercio y reducir drásticamente los aranceles o impuestos de importación, se firmó un convenio bilateral de buena voluntad.
Según ello, con su rúbrica el gobierno chino se obligaba a no introducir al país zapatos con precio dumping o inferior al de su propio mercado de origen, o bajo el apoyo de subsidios o subvenciones.
En ejercicio, pues, de constricción, los chinos desmantelarían su aparato exportador para no dañar más a un gremio tradicional del país. Así de fácil.
Lo curioso del caso es que, incapaz de creer en sus propios milagros, el propio gobierno está dándole la vuelta a sus absurdas medidas vía la imposición de precios piso o si lo prefiere mínimos para el ingreso de productos chinos a nuestras fronteras.
La empresa exportadora china o la importadora mexicana que se salte las trancas, es decir que en lugar de tres dólares por un par de zapatos o 100 por una pieza o rollo de tela intente introducirlos a dos o 90, será frenada… aplicándole una multa, además de un impuesto de ingreso.
Haga de cuenta que sin el proceso previo, en cuyo escenario se pueden llevar dos años o más, México le aplica cuotas compensatorias a los productos de la nación milenaria por supuestas prácticas desleales.
Al parecer la lista de precios "base" o "de referencia" se elaboró en las propias cámaras industriales, en otro intento de darle la vuelta a una medida descabellada… para evitar más castigos electorales.
Naturalmente, la "estrategia" viola acuerdos internacionales firmados por México.
¿No se dijo que la apertura total a China, sin exigencia de reciprocidad al calce, era para obligar a nuestros industriales a ser competitivos bajo la regla de que "la letra con sangre entra"?
El primer signo de que el gobierno quería sacar la pierna del pantano llegó en noviembre pasado, justo en la antesala del desmantelamiento de los aranceles aplicables a China, cuando se castigó una práctica de "dumping" o precio inferior al del propio mercado de las exportaciones de alambrón y tubería procedentes del país de la muralla.
En la prisa del gobierno para enviar una señal de que se estaba actuando con dureza, se aplicó la regla internacional bajo la cual un país afectado que no recibe contestación del afectante en tiempo y forma se atiene sólo a la información disponible.
China no respondió en el plazo fijado a la acusación de los productores siderúrgicos mexicanos.
En estos casos la Secretaría de Economía actuaba con más cautela, pese a tener la sartén por el mango.
¿Se acuerda usted que ante la exigencia de productores de mezclilla, hace cinco años, de que se aplicara una salvaguarda ante la avalancha del producto fabricado en China, la dependencia dijo que en efecto éste llegaba con "dumping"… pero no había elementos para imponer el castigo correspondiente?
Total, que ahora sí México castigó a los chinos.
El gobierno, pues, metió la reversa… con la novedad de que ésta se está trabando.
En lo que constituye una señal más de que bajo el actual gobierno hasta las instituciones más serias han perdido la brújula, hete aquí que la Bolsa Mexicana de Valores rectificó en dos ocasiones el nivel que había alcanzado el Índice de Precios y Cotizaciones el viernes pasado, alegando un supuesto error en el Sistema Electrónico de Cotización.
Según ello, en los últimos 15 minutos de la sesión en el piso de remates, la Casa de Bolsas Bulltick había ingresado una postura de venta con precios erróneos.
Bajo ese prisma, se distorsionó el Índice, registrando una caída dramática de 2.32 por ciento… que en realidad era de sólo 0.56.
En la carambola, acciones como las de la promotora de vivienda Arca reflejaban una caída en su precio de 13%… que en realidad era de 0.50.
Así como lo lee usted.
La especulación había nacido al anunciar el organismo la implementación de nuevas reglas para seleccionar al ramillete de emisoras que integran el Índice de Precios y Cotizaciones, entre ellas el mantener un porcentaje mínimo de 12% en oferta permanente, filtrándose de pasadita que algunos saldrían al no cumplir éstas.
El problema es que hasta hoy no se dice con certeza si caben o no, en cuyo escenario el vaivén en la cotización de los valores se ha vuelto de locos.
¿No se llama certeza la regla de oro de los mercados bursátiles?
WATERLOO DE NAPOLEÓN
La noticia es que el 30 de marzo pasado el Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito rechazó una solicitud de amparo del líder del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, que le habría permitido enfrentar en libertad el proceso penal que le aguarda a su regreso al país por supuesta malversación de fondos sindicales.
La solicitud del dirigente apuntaba concretamente a invalidar la orden de aprehensión librada en su contra por la supuesta comisión del delito previsto en el Artículo 113 Bis de la Ley de Instituciones de Crédito.
Como recordará usted, el Grupo Minero México colocó en un fideicomiso el equivalente al 5% del capital de las firmas conocidas entonces como Mexicana de Cobre y Minera de Cananea, exactamente 55 millones de dólares, para prorratearlo entre los trabajadores que habían sobrevivido a la privatización de éstas.
El dinero, inexplicablemente, se entregó al sindicato sin haberse cubierto en su totalidad el reparto.
MEGASUBASTA
Mañana miércoles el Banco de México abrirá una subasta para colocar en el mercado de dinero un bono a 30 años cuyo monto global alcanza hasta 15 mil millones de pesos.
El esquema previsto será bajo la modalidad de "subasta sindicada", es decir sólo podrán participar postores previamente inscritos.
