En aquellos discípulos dijo Hu-Ssong a su tiempo:
-Hay algunos que no creen en algo porque no lo entienden, y dicen que su actitud es muy científica. Si lo fuera los científicos no creerían en la electricidad, pues nadie sabe a ciencia cierta lo que la electricidad es.
Uno de los discípulos interrumpió a Hu-Ssong:
-Perdona, maestro sabio, pero yo creo que sólo debemos aceptar aquello que entendemos.
El discípulo estaba en ese momento haciendo un guiso de huevos.
-Explícame -le pidió Hu-Ssong- por qué el mismo fuego que derrite el aceite endurece la materia del huevo.
-Lo ignoro -respondió el discípulo.
-Si no lo sabes -concluyó Hu-Ssong-, entonces no comas ese guiso.
El discípulo sonrió. Entendió muy bien lo que Hu-Ssong le quiso decir. En adelante creyó en algunas cosas que no entendía, y siguió comiendo con tranquilidad guisos de huevo.
¡Hasta mañana!...