Abandonada. Hasta se han elaborado proyectos arquitectónicos para que la antigua estación sea aprovechada como museo o centro cultural, pero no han prosperado.
Mientras en Durango se invertirán 400 millones de pesos en una nueva estación ferroviaria este año, en Gómez Palacio los reclamos porque el tren deje de mantener a la ciudad dividida en dos no han prosperado, como tampoco han encontrado eco las propuestas para rescatar la antigua estación, considerada parte del patrimonio inmobiliario.
En las últimas semanas, los gomezpalatinos han tenido que padecer las constantes maniobras del tren en el cruce de las vías con calles principales, provocando la parálisis del tránsito vehicular y peatonal hasta por más de media hora.
Ramón González González, representante de la agrupación civil Primero Gómez Palacio dijo que se ha notado un incremento en la actividad ferroviaria, incumpliendo el compromiso que hace años estableció la empresa para causar las menores molestias posibles a la ciudadanía.
Refirió que de continuar con esta práctica, las molestias serán todavía mayores cuando el parque ecológico La Esperanza, ubicado frente al paso del tren, esté terminado y comience a recibir visitantes.
EN EL OLVIDO
La desigualdad en la gestión y aplicación de recursos se ve reflejada también en el Estado que guarda la antigua estación del tren, construcción que se conserva con la esperanza de que sea rehabilitada y aprovechar su espacio para un museo o centro cultural.
Aunque el municipio se había comprometido a gestionar que la construcción fuera entregada por Ferromex, ni siquiera se ha logrado que la den en comodato, mientras el inmueble se está deteriorando y sirviendo de muro para el graffiti que ya tapizó todo su exterior.
Comparación
Otro ejemplo de la desigualdad.
⇒ En Durango se invertirán 400 mdp en una nueva estación.
⇒ Gómez Palacio no ha dejado de estar partida en dos.
⇒ Olvidan estación.
