Keane realizó un recorrido musical desde su primer álbum 'Hopes and fears' hasta 'Strangeland', su producción discográfica más reciente.
El grupo británico Keane desató la euforia total durante su primer y único concierto en la ciudad, como parte de su gira promocional "Strangeland", que lo trajo de nuevo a escenarios regios luego de tres años de ausencia.
Cerca de 10 mil personas se reunieron anoche en la Arena Monterrey para corear cada uno de los éxitos que la banda originaria de Battle (East Sussex), Inglaterra, ofreció durante su presentación.
En su regreso a Monterrey, la agrupación pop-rock integrada por Tom Chaplin, vocalista; Richard Hughes, baterista; Tim Rice-Oxley, pianista, y Jesse Quin, bajista, realizó un recorrido musical desde su primer álbum "Hopes and fears" hasta "Strangeland", su producción discográfica más reciente.
La encargada de abrir el concierto fue Shiverly, una banda regiomontana compuesta por cuatro músicos, quienes crearon una atmósfera de vitalidad y energía en el escenario con temas como "Palabras", "Todo o nada", "Aire", "Sin sentido" y "Es por qué", que forman parte de su primer álbum.
Minutos antes de las 22:00 horas la agrupación británica pisó el escenario y su vocalista Tom Chaplin saludó a los asistentes con un "Hola", para después de unos segundos escuchar los primeros acordes de "You are young", mismos que desataron rápidamente la euforia de los asistentes.
La noche continuó con los temas "Bend and break", "Day will come", "Nothing in my way", "Silenced by the night" y "Everybody´s changing", entre otros, que los regios corearon con fuerza y pasión.
Ante lo prendidos que estaban los asistentes, los músicos se mostraron felices de estar de nuevo en la ciudad y expresaron su agradecimiento constantemente al público.
En un escenario sencillo, con una cortina representando los rayos de un sol naciente que enmarcaba el nombre de la gira -los instrumentos y el juego de luces fueron su principal centro de atención-, Keane presentó "Disconnected", nuevo sencillo de su producción discográfica "Strangeland".
El cuarteto intentó despedirse de los fans varias veces, pero éstos no lo permitieron y presionaron al grupo a subir de nueva cuenta al escenario.
Ante ello, la banda ofreció para cerrar el show "This is the last time", "Is it any wonder?", "Bedshaped", "Crystal ball" y "My shadow", esta última con la que finalmente dijo adiós al público regiomontano.