Daños. Militares sirios cuidan sus posiciones en la ciudad de Alepo, mientras la ONU señala que Siria es una amenaza regional.
Mientras los jefes de Estado se aprestan a tomar turnos para hablar ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Siria pasó al centro de la atención mundial ayer lunes, luego que el enviado internacional Lakhdar Brahimi advirtió que el conflicto en ese país se agrava y que amenaza con desbordarse a todo el Medio Oriente.
Brahimi, sin embargo, también dejó abierta la perspectiva de esperanzas, al afirmar que cree posible un avance a pesar del estancamiento en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Tras rendir un informe al Consejo -por primera vez desde que reemplazó a Kofi Annan el 1 de septiembre como enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria- Brahimi dijo a la prensa que comenzó a examinar con los miembros "el camino hacia adelante".
Subrayó que la situación en Siria está estancada y que es "extremadamente difícil", sin perspectivas de progreso "ni hoy ni mañana". Al mismo tiempo, Brahimi informó que también manifestó al Consejo que "paradójicamente, ahora que he indagado un poco más sobre lo que ocurre en el país y la región, creo que encontraremos una apertura en un futuro no muy distante"."Me rehúso a creer que la gente razonable no vea que es imposible un regreso, un regreso a la Siria del pasado", apuntó.
Brahimi informó que carecía de "un plan completo" pero informó que tenía algunas ideas que a su parecer se ampliarán con otra visita a la región.
El Consejo de Seguridad, instancia que puede imponer sanciones globales y autorizar una acción militar, está profundamente dividida en torno a la crisis en Siria.
Bombardeos
Aviones militares sirios bombardearon el lunes dos inmuebles en la norteña ciudad de Alepo, donde mataron al menos a cinco personas, incluidos tres niños de una misma familia, dijeron activistas. La cifra de muertos podría aumentar, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, pues se teme que más personas estén enterradas bajo los escombros de las dos construcciones destruidas. El activista Mohammed Said, dijo que la incursión ocurrió antes del amanecer. Añadió que el objetivo detrás de esos ataques en zonas residenciales es “aterrorizar a la gente”.