Celebración. El cardenal, Norberto Rivera Carrera ofició la misa de Domingo de Ramos y bendijo las palmas, en la Catedral Metropolitana.
Al comenzar las celebraciones de Semana Santa, con la misa de bendición de ramos, el cardenal Norberto Rivera Carrera consideró la situación que enfrentan dos tercios de la humanidad como la réplica desgarradora de la agonía y sufrimiento de Jesús en la crucifixión.
En la tradicional misa de Domingo de Ramos, que inició en el atrio de la Catedral Metropolitana con la procesión y bendición de palmas, hierbas y flores que llevaban los fieles católicos, el cardenal insistió que en estos tiempos se puede contemplar la pasión de Cristo no sólo como algo que sucedió en aquel tiempo, sino como una realidad que se encuentra en el aquí y ahora.
Comparó que así como en el pasado Jesús sudó sangre, en estos tiempos enfrenten lo mismo huérfanos, divorciados, exiliados, presos y enfermos, además que muchos otros repiten los juicios injustos, con falsas acusaciones y sentencias condenatorias.
"No sólo de jueces, sino de todos aquellos que forman opinión pública", dijo el arzobispo primado de México al sostener que "la crucifixión de innumerables cuerpos en los nuevos calvarios de la guerra y sobre cruces en forma, de quirófanos o camas de hospital, no está lejos de nosotros".
Además, Rivera Carrera agradeció a los fieles las oraciones que mantuvieron durante la etapa del cónclave para la elección del nuevo Papa, y ahora por el Sumo Pontífice Francisco.
Mencionó que el frío, la desnudez y la intemperie de los sin techo y sin ropa, es la versión actualizada de Jesús despojado de sus vestiduras.
El cardenal bendijo las palmas de los feligreses que asistieron a la misa dominical en la Catedral Metropolitana.
Por las celebraciones de Semana Santa la iglesia católica omitió la editorial de su semanario Desde la Fe.