A la callada, en el río revuelto de la escasez de gas natural en el país, la empresa española Repsol dobló a la Comisión Federal de Electricidad al imponerle un brutal sobreprecio al combustible que transportará desde Perú, en ruptura de los términos de un contrato de suministro pactado hace un lustro.
De acuerdo a éste, firmado el 28 de septiembre de 2007, el producto proveniente de la empresa Perupetro se vendería al precio de referencia del mercado estadounidense, conocido como Henry Hub, menos nueve por ciento.
En aquel entonces el referente era de 12 dólares el millón de BTU→ s, con la novedad de que éste ha descendido a tres, ante la existencia de una sobreoferta en el país del norte.
Sin embargo, el costo a que se le venderá a la paraestatal el combustible que se trasladaría a Manzanillo con proa a la planta descompresora instalada, de donde llegaría a las plantas de ciclo combinado de la empresa pública, sería a 21 dólares.
Estamos hablando del precio más caro del planeta.
El precio de la Unión Europea alcanza entre 11 y 14 dólares el millón de BTU→ s, en tanto en Asia, donde se plantea la cotización más alta, alcanza 17.
El primer barco llegará en los próximos días al puerto de Colima.
El compromiso de Repsol será proveer a la firma de 100 millones de pies cúbicos diarios del combustible, frente a una demanda de cinco mil 100.
El contrato es por 15 años.
Lo curioso del caso es que éste estipulaba que el suministro durante este año sería de 300 millones de pies cúbicos diarios, para llegar a 400 en 2014.
Digamos que México modificó lo pactado al gusto de la empresa española, quien cobrará durante el lapso del contrato 15 mil millones de dólares.
Lo grave del caso es que ante el alto costo que pagará por el combustible, la Comisión Federal de Electricidad ya prepara un incremento en sus tarifas, en la coyuntura de la revisión que se realiza cada mes de abril.
El golpe alcanzaría no sólo a las industriales sino a las domésticas de alto consumo.
El problema, como usted sabe, es que México paga los costos más altos del planeta, lo que representará un golpe más a la competitividad del país.
La presión de Repsol, la petrolera española en la que Pemex tiene una participación cercana al 10 por ciento, se inició en septiembre del año pasado, cuando amenazó con romper unilateralmente el contrato.
Su alegato apuntaba a que el gobierno peruano le había cambiado las reglas a las exportaciones de su gas natural.
Según ello el expresidente de la nación sudamericana, Alan García, expidió en julio de 2010 un Decreto Supremo que exigía igualar las regalías para el gobierno en las ventas al exterior del combustible con las destinadas al ámbito doméstico.
Éstas se ubicaban en 15 por ciento.
En paralelo, se aducía, el país sudamericano ha implementado políticas de desarrollo para incrementar la producción del combustible y su consumo interno, condicionando la exportación de éste al mantenimiento de suficientes reservas que garanticen el consumo local.
Dicho con todas las letras, Perú no garantiza la continuidad del contrato.
La gran pregunta, naturalmente, es por qué rayos la Comisión Federal de Electricidad no negoció directamente con la empresa Perupetro, en lugar de utilizar como intermediaria a Repsol… por más que ésta sea la propietaria de la planta descompresora instalada en Manzanillo.
¿Se trató de beneficiar a como diera lugar a la firma española?
Por lo pronto, México compra el gal natural al precio más alto del planeta… provocando en la carambola que la energía eléctrica siga siendo la más cara.
Doble récord.
BALANCE GENERAL
Pues al parecer la sustitución de la Comisión Federal de Telecomunicaciones por un Instituto Federal de Telecomunicaciones con etiqueta de autónomo y nuevas facultades no sólo provocan "ñañaras" al presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, Claudio X. González, sino a la totalidad de las empresas a regular.
La instancia tendrá facultades para cancelar concesiones a las empresas infractoras.
Además, sus atribuciones para otorgar éstas, ya no tendrán el contrapeso de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Y si le seguimos, le podrían imponer sanciones a las empresas que impidan la competencia tan o más fuertes que las aplicables por la Comisión Federal de Competencia.
DANDO Y DANDO
Colocados de espaldas al callejón los fondos de Estado Unidos que le peleaban a Vitro el pago a precio nominal de bonos de deuda adquiridos en los mercados internacionales a costo castigado de 17 centavos de cada dólar, frente a una demanda de la vidriera que le reclamaba un pago de mil 600 millones de dólares por daños y perjuicios, accedieron a sentarse en la mesa... en un escenario en que la firma mexicana se jugaba una carta difícil: la posibilidad de perder sus negocios en el país del norte.
Así, el arreglo al que se llegó resultó salomónico.
La firma de los González Sada evitó un pleito contra el gobierno de Estados Unidos por no respetar acuerdos internacionales que le obligaban a reconocer resoluciones judiciales en México, con riesgo de perder, en tanto los llamados fondos "buitre" podrían perder lo ganado en el juego de la especulación.
RIFA DEL TIGRE
Quien se sacó la rifa del tigre fue Alfonso Sarabia de la Garza, nombrado como nuevo administrador del aeropuerto "Benito Juárez" de la ciudad de México, con cuenta regresiva ante la intención de crear su relevo en la zona de Texcoco.
La terminal arrastra una formidable deuda ante el dispendio con que se construyó la zona II, en un escenario en que el famoso trenecito que llevaría a los pasajeros de la zona I, resultó un elefante blanco.
Más allá, se arrastran deudas de parte de Fumisa, la anterior administradora de los locales mercantiles, hoy en poder del fondo estadounidense Advent.
La zona original mantiene graves problemas en la iluminación de las pistas; en el sistema de drenaje; en el reparto de "slots"; en la entrega de contratos de publicidad…
Sarabia de la Garza tiene 32 años como administrador público, con cargos en Banco Minero y Mercantil, el Multibanco Mercantil de México, en la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal y Fonatur.