El inodoro es ahora básico en todos los hogares y existen diversos diseños realizados en búsqueda de la comodidad del usuario. INGIMAGE
Antes de que este invento apareciera, existían cuartos de baño primitivos, incluso intentos similares rústicos, como las ideas de colocar un asiento encima de una cubeta o sobre pozos, como es el caso de las letrinas, pero éstos debían ser limpiados manualmente luego de su uso.
La idea original del inodoro, cosa curiosa, no es de un científico, técnico, alquimista ni nada por el estilo, sino de un poeta.
Fue el inglés Sir John Harrington quien en el año 1597 diseñó el inodoro más similar al moderno, el cual incluía una cisterna, una reserva de agua en la taza y una manija para activar el mecanismo.
Dicho inodoro fue bautizado como "Ajax" y quedó instalado en el palacio de la reina Isabel II en Richmond.
Posteriormente, en 1775, Alexander Cummins patentó un nuevo inodoro de cisterna, el cual fue perfeccionado tres años después por Samuel Prosse, quien incluyó una válvula esférica.
Tiempo después, setenta años, para ser precisos, en el acta de Salud Pública inglesa se estableció que toda nueva residencia que fuera construida debía contar con un inodoro como parte de su equipamiento; esto se popularizó en diversos países y ya para 1890, el inodoro era más que requerido en toda Europa.
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