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El legado de la familia Revueltas

De Durango para el mundo

El legado de la familia Revueltas

El legado de la familia Revueltas

Jessica Ayala Barbosa

La localidad de Santiago Papasquiaro del estado de Durango, constituye el primer escenario de una familia modesta de donde nacen cuatro grandes artistas que rompen el esquema del ámbito cultural y político de México.

En la historia de Durango resuena un apellido que con el paso del tiempo se ha convertido en sinónimo de genialidad y vanguardia artística, así como de lucha contra la opresión; un apellido que abandera la causa cultural en una entidad que toca la universalidad de la mano de una excepcional estirpe de artistas: el apellido de la familia Revueltas.

Muchas veces se ha hecho referencia al anhelo que tenía el matrimonio conformado por José Revueltas Gutiérrez y Romana Sánchez Arias, en especial esta última, por contar con un hijo artista. Pero más allá de la existencia de ese sueño, se habla del empeño que ambos pusieron para alcanzarlo, y que se materializó en las personalidades de cuatro de sus doce hijos: Silvestre, Fermín, José y Rosaura.

SILVESTRE: UN NACIONALISTA UNIVERSAL

Silvestre nació en Santiago Papasquiaro, el 31 de diciembre de 1899. Su encuentro con el arte a la temprana edad de tres años derivó en la consolidación de uno de los compositores modernos más importantes de México y de Latinoamérica. Su obra fue considerada como nacionalista, sin embargo, a la luz de estudios recientes ha sido revalorizada por su originalidad y sus dimensiones universales.

Silvestre comenzó su formación musical a la edad de siete años y a los once ofreció su primer recital de violín con tal virtuosismo, que su padre decidió enviarlo a la Ciudad de México para que se siguiera preparando; posteriormente, ingresó al Conservatorio Nacional de Música. A los 17 años tuvo la oportunidad de viajar -junto con Fermín- a Austin, Texas, para estudiar en St. Edward College, y en 1919, como reconocimiento a su talento, fue enviado al Chicago Musical College, donde obtuvo el diploma en violín, armonía y composición.

Aunque en 1920 regresó a México, volvió a Chicago en 1922 para aprender de maestros como el checo Otakar Ševčík. Cabe señalar que por aquella época ocurrieron en Chicago importantes movimientos de izquierda en los que se involucraron los jóvenes hermanos, marcando así el inicio de su militancia política a favor de los oprimidos. Entre 1929 y 1936, Silvestre fungió como director asistente de la Orquesta Sinfónica de México.

La creación de la mayor parte de su obra se concentra entre 1930 y 1940. Algunas de sus piezas más sobresalientes son Cuauhnáhuac; Sensemayá (basada en un poema de Nicolás Guillén) y La noche de los mayas. Se sabe que Silvestre Revueltas enfrentó una larga batalla contra el alcoholismo y murió en la pobreza el 5 de octubre de 1940, a los cuarenta años de edad.

FERMÍN: UN PRODIGIO FUGAZ

Fermín, nacido también en Santiago Papasquiaro, el 7 de julio de 1901, es el segundo descendiente de los Revueltas que sobresale por su talento en las artes gráficas. Se le considera precursor del muralismo que años más tarde alcanzaría su punto cumbre en las obras de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros.

En 1917, Fermín fue enviado junto a Silvestre, a Estados Unidos para estudiar primero en Austin Texas y después en el Art Institute of Chicago. Regresó a México en 1919, donde dirigió la Escuela de Pintura al Aire Libre de la Villa de Guadalupe. En 1922, ingresó al Sindicato de Pintores y Escultores, organizado por Siqueiros y Rivera. De su obra muralista destacan Alegoría de la Virgen de Guadalupe (1922), pintado a la encáustica en el cubo de la entrada del patio de la Escuela Nacional Preparatoria; Símbolos del trabajo (desaparecido), realizado el mismo año en el edifico del periódico El Nacional, y Alegoría de la Producción (1934), elaborado por encargo del Banco Nacional Hipotecario y de Obras Públicas, S. A., que se encuentra en el Centro de las Artes Pinacoteca, en Monterrey. Su desempeño como ilustrador de panfletos, periódicos y revistas, lo convierte también en precursor del diseño editorial moderno en México. Su legado, conformado por óleos, acuarelas, vitrales y murales, es producto de un trabajo espontáneo y vigoroso que resalta la confianza en el futuro y en la fuerza social, además de plasmar la dualidad entre el México del campo y el de la naciente industrialización y transformación tecnológica. Fermín murió a la edad de 34 años.

JOSÉ: LA REVOLUCIÓN ENCARNADA

José nació en Santiago Papasquiaro, el 20 de noviembre de 1914. Su militancia política y su actividad literaria están ligadas de forma muy estrecha, de modo que él mismo nunca pudo concebir la una sin la otra. Desde muy joven buscó formar parte de los partidos que abanderaban la causa socialista, sin embargo, su actitud crítica y arrojada, expresada en sus diferentes ensayos, le valió la expulsión de algunos de ellos. Estuvo en prisión tres veces: la primera, a los quince años de edad, acusado de sedición por participar en una manifestación en el Zócalo; la segunda, en 1958, por promover la huelga en Ciudad Anáhuac, Nuevo León; y la tercera, en 1968, por ser el presunto «autor intelectual» del movimiento estudiantil de ese año.

Su obra incluye guiones cinematográficos, novelas, cuentos, ensayos y obras de teatro. Algunos títulos que se pueden mencionar son: Los muros de agua, El luto Humano, Los días terrenales, El apando, Dios en la Tierra, El cuadrante de la Soledad, Ensayo sobre un proletariado sin cabeza y México, una democracia bárbara.

ROSAURA: RIGOR AL SERVICIO DEL ARTE

A diferencia de sus hermanos, Rosaura nació en Ciudad Lerdo, Durango, el seis de agosto de 1920. Llegó con su familia a la Ciudad de México en 1921. Su carrera artística comenzó al incursionar en la danza y luego en la actuación. Tuvo diversos papeles cinematográficos, con los que logró obtener algunos premios dentro del país.

Entre las películas que datan de ese período están: Las Islas Marías, en la que actuó al lado de Pedro Infante, El Rebozo de Soledad, Muchachas de uniforme y La fuerza de los humildes. En 1954, Rosaura acepta el papel de Esperanza Quintero en el filme estadounidense Salt of the Earth (La sal de la Tierra), inspirado en un movimiento obrero sucedido en Nuevo México en 1951, donde obreros de origen mexicano se mantienen en huelga al recibir sueldos inferiores a los obreros de origen anglosajón.

Teniendo como marco el «McCarthismo» y la Guerra Fría, la cinta fue catalogada de comunista y su elenco pasó a formar parte de la lista negra de Hollywood. El gobierno estadounidense trató de impedir el rodaje con artimañas como la deportación de Rosaura y el encarcelamiento de algunos actores, sin embargo, la película pudo terminar de grabarse y le dio la vuelta al mundo.

Esa participación le valdría a Rosaura el veto en su propio país, dada la relación de subordinación de México ante Estados Unidos, pero le abriría las puertas en Alemania, donde fue invitada por Bertolt Brecht a integrarse a la compañía Berliner Ensemble. En 1960, acude a Cuba como maestra de actuación, y tras la invasión de Playa Girón, toma parte en favor del régimen revolucionario. En 1962, regresa a México y participa únicamente en dos cintas más. Hasta su muerte, en 1996, Rosaura sigue siendo invitada como jurado en festivales y premiaciones en el extranjero.

UN TESORO IGNORADO

Al parecer el estigma de pertenecer a los movimientos de izquierda que persiguió a los integrantes de la familia Revueltas en vida, sigue impidiendo que su contribución al mundo de las artes sea conocida, e incluso valorada en su justa dimensión. El material acerca de la familia es todavía escaso e inaccesible y, a no ser por los esfuerzos de los propios José y Rosaura, que publicaron biografías familiares, así como de académicos y artistas que se han interesado en el tema, como Edith Negrín, Mario Lavista, Evodio Escalante, Paul Bowles, Octavio Paz, Phillip Cheron, Héctor Palencia Alonso, Álvaro Ruiz Abreu, José Ángel Leyva, Jaime Cortez y Elena Poniatowska, por mencionar sólo algunos, no se conocería mucho acerca de este linaje.

HONOR A LOS REVUELTAS

Consciente de esto, Durango se propuso hace 16 años rescatar el legado de la familia y convirtió el otrora Festival Toñalco, que celebraba la época de las cosechas, en el Festival Cultural Revueltas, que cada octubre rinde homenaje a la familia. No obstante, quedan asuntos pendientes como el rescate de la vieja casa de los Revueltas, que está en condiciones deplorables, la cual se ha pensado convertir en un archivo o museo.

Aunque recientemente se anunció que el proyecto museográfico para el recinto estará listo el próximo año, hay que mencionar que la rehabilitación del inmueble es ya una promesa histórica.

MOMENTO CLAVE

Quizá el 450 aniversario de Durango, que se celebra este año, sea una buena excusa para que las autoridades se pregunten qué están haciendo para proyectar los valores de la entidad, en donde la familia Revueltas tiene un papel preponderante.

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