Los mapas han permitido no sólo conocer de geografía, sino tener control de temas políticos e incluso económicos. INGIMAGE
Conocer la extensión de un territorio o simplemente conocer su posición en el mundo había sido una necesidad desde que el hombre tomó conciencia y esa necesidad le permitió desarrollar el mapa, una herramienta que supo a bien ubicarlo en su lugar.
Según los registros históricos, es en el año 2,300 antes de Cristo cuando los babilonios desarrollaron los primeros mapas, los cuales eran tallados en tablillas de arcilla y eran generalmente mediciones territoriales que facilitaban el cobro de impuestos.
En el Siglo II antes de Cristo, según se constató, los chinos produjeron mapas trazados en seda que eran más extensos, pero era regional.
El primero que se atrevió a realizar un mapa mundial, según se le atribuye, fue Anaximando, filósofo griego que en el Siglo XI a.C. diseñó un mapa de forma circular que mostraba los lugares conocidos de una forma que se agrupaban en torno al Mar Egeo.
Otro griego, el geógrafo Eratóstenes, creó en el año 200 antes de Cristo el que es considerado como el mejor mapa mundial de la época clásica ya que fue el primero que señalaba los puntos con una misma latitud apoyándose se líneas paralelas transversales.
Tales fueron los inicios de la cartografía, la ciencia que estudia y elabora los mapas y que ha permitido tener una visión que supera a las necesidades geográficas y satisface también las políticas e incluso las económicas.
^AC