Le rinde tributo a su hija

Ya sabemos de la imprevisibilidad de la existencia; pero Lourdes desconocía lo qué significa buscar a una hija por dónde sea, sorteando lo qué venga y por tiempo indefinido. ¿Estará pasando frío? ¿Estará cobijada? son preguntas que generalmente hacen las madres, y Lourdes no fue la excepción.

Encontrar a su hija, rescatarla, cobijarla; no había otra misión, aunque para ello una de las rutas a seguir fuera buscarla en la fosa común.

El transcurrir de las horas y el ritmo de vida de Alejandro Reyes, Lourdes Muñiz, María Eugenia, de 23 años, y María Fernanda Reyes Muñiz, de 21, padre, madre y hermanas de María Bárbara, a quien llamaban "Barbie", se detuvo y comenzó a determinarse por una llamada telefónica, una carta, un correo electrónico, un mensaje en el celular, información de las autoridades competentes, o cualquier señal que pudiera conducirlos hacia María Bárbara, la menor de sus hijas, secuestrada el 8 de agosto del año 2011, en el municipio de Cuautitlán Izcalli.

 EL INFIERNO EN UN MENSAJE

Lo último que supieron de ella fue a través de un mensaje en el cual "Barbie" comunicaba que iría al centro comercial Luna Park, en el Estado de México, con una amiga.

Y mientras tanto, continuar buscando entre todos los puntos cardinales. Porque María Bárbara sigue sin llegar a casa, y ahora está sin padre, ni madre, ni hermanas. A la intemperie. Sin protección. En la vida peligrosa. Y el mundo como malestar, y el miedo al Infierno, con mayúscula, como sus padres y sus hermanas lo conocieron a través de un mensaje en donde el mismo día en que Barbie desaparecía se pedía un recate por ella, y la factura de todos los autos de la familia. Padre, madre y hermanas de "Barbie" deberían ir al lugar determinado por los secuestradores para entregar el dinero y las facturas de los coches.

"Mira la cosa esta así […], quiero 500 mil pesos para mañana a las 11 no estás para poner condiciones y no me importa hablar contigo hasta mañana. Obviamente nada de policías […]" (SIC), decía el mensaje de texto a través del teléfono celular Blackberry de María Bárbara.

Lourdes llamó a su esposo. Los vecinos en la cerrada donde vivía la familia Reyes se enteraron de los hechos y comenzaron a moverse. Coches entraban y salían. A las 9 de la noche recibieron otro mensaje en el que Alejandro leyó:

"Tu crees que somos pendejos o que, vivo demasiado cerca como para no notar que ya hiciste tu desmadre […], si quieres a tu hija te necesito en 5 horas en Querétaro con la camioneta y sus papeles, así como el Matiz y sus papeles […] solo te quiero a ti, tus hijas […]" (SIC).

Tíos, tías y la familia en general decidieron que Alejandro y sus hijas no fueran a la carretera hacia Querétaro para no exponerlos aún más.

Alejandro Reyes acató y se trasladó al Ministerio Público. Regresó a casa con un negociador de la policía. Enviaron un mensaje a los secuestradores entre las 11:30 y las 12 de la noche... éstos ya no respondieron.

En los días posteriores, la familia pidió a las compañías telefónicas Iusacell Unefon los registros de radiolocalización del teléfono de Bárbara. Les fueron negados. La familia pidió los videos del centro Comercial Luna Park, tardaron varios y valiosos días para entregarlos.

 RECURREN A ALERTA AMBER

Decidieron informar para que se activara la alerta Amber, y todas las alertas posibles. Enviaron fotografías de: "Una niña de 17 años que fue secuestrada desde el pasado 8 de agosto del 2011". Colocaron un cartel en el Periférico, se especificaba que en momento de su desaparición llevaba pantalón de mezclilla, (jeans) y una playera verde.

Desde septiembre de 2011, tanto la Procuraduría de Justicia mexiquense, como la Procuraduría General de la República (PGR) habían mandado oficios a todos los servicios forenses, hospitales y cárceles, con las siguientes señales: "María Bárbara Reyes Muñiz, 17 años, tez blanca, complexión delgada, cabello largo, vestía jeans y playera verde".

Mientras tanto, Lourdes y su esposo, Alejandro Reyes, no dejaban de buscar a su hija.

De rastrear en la Ciudad de México, entre 8.8 millones de habitantes, de acudir ante todas las autoridades, municipales, estatales y federales, hasta por fin como madre y después de 20 meses (14 mil 400 horas después) rescatarla de algún modo de la fosa común y arroparla para que finalmente descanse en un lugar elegido por su familia.

De saber entretanto que su hija fue asesinada y arrojada en un lote baldío entre el 15 y 20 de septiembre del año, 2011; y saberlo porque un día Lourdes decidió dejar de buscarla entre los vivos, o desaparecidos para comenzar a procurarla en los Servicios Médicos Forenses (Semefos), y las morgues, porque una madre de una niña desaparecida le sugirió que en dos Semefos del Estado de México había algunos cuerpos de niñas y jovencitas muertas y que estaban no identificadas aún:

- Vayan a Barrientos, porque ahí hay una lista de 25 niñas que no han sido identificadas- dijo la señora.

 LA BÚSQUEDA

Lourdes no lograba hacerlo. Lo pensó a lo largo de dos semanas, esperó más información por parte de las autoridades, pero lo que llama "la poca coordinación entre las autoridades del Estado de México" la llevó a despertar una mañana y sin avisarle a nadie dirigirse al Semefo para buscar esta vez entre las personas muertas.

Buscar entre las personas muertas significa comenzar a pensar en la posibilidad de que su hija no esté viva, y dirigirse a los Servicios Médicos Forenses del Estado de México para decidirse a ver uno por uno los archivos y fotografías. Buscar entre mujeres jóvenes de 15 a 20 años. Su hija Bárbara tenía 17.

Y abrir un expediente para reconocer e identificar a través de una fotografía justamente la playera verde que su hija llevaba puesta.

"Sólo yo podría haber identificado esta playera, por que en la casa nos prestamos la ropa entre las mujeres, y yo conocía muy bien esa playera de `Barbie→ ". Lourdes también supo identificar los dientes de su hija. "Tenía un pequeño defecto en los dientes inferiores".

"Nadie más podría haber identificado la blusa que `Barbie→ llevaba puesta. Solo yo". A eso Lourdes le llama destino manifiesto.

Después vendría la "absurda explicación" del por qué el cuerpo fue colocado en la fosa común; a pesar de que llevaba la misma ropa con la que sus padres la reportaron como desaparecida -pantalón de mezclilla y playera verde-.

"Las autoridades no hicieron la conexión y tras días de espera, la sepultaron en la fosa común", dice Alejandro, padre de "Barbie".

 LA PESADILLA CONTINÚA

"Una noche, nos llamaron para decirnos que no encontraban la osamenta de mi hija en la fosa común. Que los huesos estaban revueltos entre otros cuerpos. Les dije que yo iría a buscarla. Respondieron que por salud mental no era conveniente que lo hiciera. Esa noche fue sin Dios para nosotros. Dios desapareció para nosotros".

A la mañana siguiente nos informaron que sólo habían encontrado el cráneo de mi hija; y que con este harían las pruebas de ADN.

Dijeron que efectivamente se trataba de Barbie, a quien sepultamos el 20 de abril. Ahora mi hija está en paz, y descansa en el Panteón Jardines del Recuerdo.

En la tumba de Barbie hay flores blancas. Está arriba de una colina donde el aire corre más azul, fuerte y limpio que abajo, lejos del paisaje humano.

Algo ha muerto en Lourdes como madre. Sin embargo, le queda el "consuelo" de haberla encontrado.

Destino manifiesto: "Yo le di la vida, mi hija se perdió, la secuestraron, la asesinaron, la descobijaron, yo la volví a cobijar, y ahora sólo quiero que descanse tranquila".

"Este día de las madres intentaré rendirle tributo a Barbie, pero también a mis hijas María Eugenia y María Fernanda".

Hace poco un sacerdote me dijo:

- "Debes tener cuidado con tus otras hijas, evitar que se caigan y cuidarlas mucho, porque no hay nada peor para ellas que saber que nada ni nadie podrá devolverle las felicidad a su madre. Y eso las incluye a ellas".

Es por esto, que este 10 de mayo, Lourdes estuvo fuerte para María Fernanda, María Eugenia, y para su esposo Alejandro.

"Se puede llevar un gran pesar con dignidad. Yo soy la madre de `Barbie→ , y ella siempre me verá fuerte. El ejemplo arrastra, y cuando mis hijas sean madres, -María Eugenia ya lo es- lucharán por sus hijos, como lo hicimos por `Barbie→ ", concluye.

Sistema penal deficiente

En 90 por ciento de las detenciones en México no se presentan órdenes judiciales y en 70 por ciento de ellas no se informa a los detenidos que tienen el derecho de guardar silencio, concluyó el "Foro Internacional Los Derechos Humanos: condición fundamental en el Sistema Penal Acusatorio".

En el referido foro, organizado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), el abogado de la asociación Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, Octavio Amezcua, aseguró que entre ocho y nueve de cada 10 detenciones en el país se realizan en flagrancia.El litigante mencionó que a más de 90 por ciento de las y los detenidos en México no se les presenta orden judicial alguna y sólo en tres de cada 10 casos se comunica a la persona la razón de su arresto y a siete de cada 10 no le informan su derecho a guardar silencio. Además, dijo mediante un comunicado de la CDHDF, aproximadamente 50 por ciento de los detenidos rinde su declaración sin asistencia legal, por lo que, resumió, la "serie de carencias y de omisiones del sistema de justicia son un caldo de cultivo para abusos, como es la fabricación de pruebas por las autoridades ministeriales".

A su vez, el investigador del ITAM, Miguel Sarre Iguíniz, aseveró que en los países latinoamericanos la pena se lleva a cabo de una manera extrajudicial. De esta forma, agregó, "el componente mayor de la privación de la libertad no es lo mandatado por el juez, sino son todos esos elementos del derecho penal subterráneo que hacen de la prisión preventiva una medida materialmente extrajudicial".

Lo anterior, añadió, "porque el juez nunca ordenó que hubiese hacinamiento, que hubiese privación de alimentos y nunca ordenó una serie de elementos que son el componente real más importante de la pena, mucho más oneroso que la sola pérdida de la libertad".

Sarre Iguíniz manifestó que cualquier nueva legislación tiene que plantear las vías procesales, los recursos jurisdiccionales específicos para hacer valer los derechos que se tienen en reclusión.