Hermenegildo ‘Kilo’ Navarrete es recordado con altar de muertos.
En memoria de don Hermengildo 'Kilo' Navarrete, beisbolista lagunero recientemente fallecido en esta ciudad, amigos y familiares montaron un altar de muertos en las instalaciones de la Secundaria Uno de Gómez Palacio, como una muestra de afecto y respeto a quien se destacara como un excelente exponente y maestro de beisbol.
'Kilo' Navarrete nació el 13 de abril de 1930 en Gómez Palacio, Durango, siendo sus padres José Navarrete Lozano y Teresa Aldaba. A los 22 años contrajo matrimonio con Guillermina Sánchez, formando una familia de seis hijos: Juan, Marina, Aarón, Lily, Cristi y Gaby, todos ellos excelentes deportistas en las ramas del beisbol, softbol y voleibol.
Este exponente del llamado 'Rey de los Deportes', inició su carrera deportiva a los 15 años como integrante del equipo "Jabón Perla", representante de la desaparecida empresa Jabonera La Esperanza y posteriormente como integrante de Algodoneros de Unión Laguna de la Liga Mexicana, de ahí pasa a jugar a Fresnillo, Zacatecas, pasando posteriormente a la Liga del Norte de Coahuila con la novena de Piedras Negras, donde jugó con su hermano Pedro Navarrete y otros más. En otra de sus etapas jugó también como profesional en Querétaro donde tuvo una destacada participación.
A su regreso a la Comarca Lagunera tomó las riendas del equipo de San Pedro al cual lo llevó al campeonato, para después hacer lo propio con el equipo Gómez Palacio, al llevarlo varias veces al campeonato.
Posteriormente se integró a la Liga de Veteranos, participando en varios equipos donde obtuvo campeonatos con "Granja Lupita", siempre siendo una muestra de profesionalismo en todos sus equipos, transmitiéndo ese cariño y entrega por los colores a sus hijos Juan y Aarón, quienes también practican ese deporte, jugando o dirigiendo.
Transmitió incluso sus conocimientos a sus nietos: Aarón, Omar, Fredy y Alan, quienes también son grandes deportistas y para ello tuvo que acondicionar el patio de su casa para crear su escuelita, un espacio destinado para enseñar a sus nietos las artes del buen jugar al beisbol, logrando que hoy en día sean excelentes deportistas.
Murió recientemente a la edad de 83 años, dejando un gran legado en su vida deportiva y personal, siendo recordado por quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y tener trato personal con un excelente ser humano y un extraordinario exponente del beisbol.