Apoyo ante la falta de líquido. A causa de la escasez de agua en varias regiones del estado, se ha tenido que distribuir el vital líquido con pipas.
Por difícil que parezca, en el estado, las autoridades tienen que llegar a la reubicación total de pueblos en la zona del Semidesierto y de la Sierra, donde cada día es más difícil poder encontrar agua para abastecerlos; incluso, de acuerdo con el exdirector local de la Conagua, se gastaría más en las obras para hacerles llegar agua, que en cambiarlos de lugar.
En los municipios laguneros como San Juan de Guadalupe, Tlahualilo, Mapimí, San Luis de Cordero y Santa Clara, así como en los de la zona serrana, entre ellos Otáez y Tamazula, cada año que pasa se encuentran con mayores dificultades para poder encontrar agua y abastecer a los habitantes de los poblados.
De acuerdo a estudios de la Comisión Nacional del Agua, cientos de comunidades rurales sólo tienen este consumo gracias a la temporada de lluvias y por un par de meses, es decir, con las aguas de julio a septiembre se llenan algunas pequeñas presas y empieza a salir este elemento en mantos o pozos.
Sin embargo, conforme avanzan los meses, las comunidades empiezan a batallar para poder obtener otra vez agua a través de redes.
Al inicio de la temporada de estiaje (abril), ya son miles los habitantes que no tienen agua para consumo humano y se les tiene que abastecer a través de pipas de agua.
En 2012 fueron 55 mil los habitantes que no tenían agua para consumo humano.
Jorge Armando Nevárez Montelongo, exdirector de la Conagua en el estado, y especialista en el tema, comentó que durante su gestión al frente de la dependencia citada pudo constatar que cada año se tenía que implementar un plan emergente de abasto de agua a través de pipas.
INVERSIÓN
Cada año se invertían fuertes cantidades para hacerles llegar a los habitantes de estos pueblos el agua, y así seguirá en las siguientes décadas, "mientras no se realicen acciones más drásticas, cada año seguirá pasado exactamente lo mismo", añadió.
Por ello, explicó que, hasta ahora, la única solución posible es la de reubicar las comunidades, es decir, sacarlas de los sitios donde no hay agua y trasladarlas a otros donde sea más fácil lograr extraerla del subsuelo.
Incluso, dijo que en algunos pueblos, en la temporada de lluvias no cae suficiente agua, por debajo de 200 milímetros, cuando el promedio en Durango es de 470.
En algunos pozos se tiene que perforar hasta 350 metros para lograr sacar cinco litros por segundo y sólo por unos meses, cuando el promedio normal de extracción para consumo habitacional es de 100 litros por segundo. Se gastaría menos, continúa, si el Gobierno del Estado lograra encontrar lugares a donde trasladar comunidades.
Reconoce que de entrada, podría significar una inversión fuerte, pero a la larga sería la solución más barata.
Nevárez Montelongo dijo que ya están enteradas las autoridades estatales porque, en su período como director de la Comisión Nacional del Agua, se les hizo ver el problema y cuál podría ser la única solución.
"Tendría que ser la CAED (Comisión del Agua del Estado de Durango) la que se encargaría de hacer el levantamiento del número de pueblos a reubicar, número de viviendas, y solicitar el auxilio a las autoridades federales para buscar la forma de obtener recursos extraordinarios para hacer esta labor", expresó el ahora exdirector local de la Conagua.