Sabah es un referente en el ataque rojiblanco. (Archivo)
Ahora lo vive diferente. Conoce los Clásicos porque esta es la segunda vez que pasa por el Guadalajara. En la primera no era protagonista. Hoy, es un referente en el ataque rojiblanco. El delantero Miguel Sabah enciende el duelo frente a las Águilas del América. No duda ni un segundo. Suelta sin más: "Soy antiamericanista".
Su carrera la ha conducido por equipos que tienen marcada enemistad con el conjunto de Coapa: Chivas en dos ocasiones, Cruz Azul con el que vivió el Clásico Joven y Morelia, escuadra que vive una rivalidad diferente debido a las antagónicas televisoras.
Sabah tiene la barba crecida. Atiende en la última de las mesas dispuestas a un costado del campo, donde se encuentran todos los futbolistas rojiblancos en el llamado día de medios, previo al encuentro del próximo domingo en el estadio Omnilife. Ahí, descubre su sentir sobre las Águilas.
- Ya conoces los Clásicos, pero ahora, en tu regreso al Guadalajara, ¿cómo lo vives?
- Muy contento, creo que lo estoy viviendo de otra manera, con más madurez, disfrutándolo con amigos, con la familia. Creo que no sólo yo, sino todos mis compañeros, se nota la alegría de jugar un Clásico y no la presión que se vive en la semana antes de jugar un partido así.
- Son partidos diferentes, ¿aquí es ganar sí o sí?
- Sí, es ganar o ganar. Aquí no hay pretextos. Toda la afición se merece un triunfo. Como se dice: está prohibido perder y así lo entendemos nosotros. A pesar de que se hable mucho de que Chivas no está en los primeros lugares que debe un equipo grande y cosas así. Pero este equipo poco a poco ha ido demostrando cosas buenas. Esperemos que el domingo nos encontremos mejor y podamos ganar.
- Esto de que el equipo se encuentre abajo, ¿le resta grandeza a Chivas?
- No. Este equipo se ha caracterizado por la juventud, son procesos que se viven, año tras año y torneo tras torneo, pero la grandeza eso yo creo que nunca se pierde. Si te pones a ver de Chivas, también hay equipos grandes que tienen muchos años que no ha pasado nada y no han perdido la grandeza. Entonces, no tiene por qué Chivas perderla.
- Has estado en Chivas, Cruz Azul, Morelia, equipos que viven rivalidad con las Águilas, ¿de alguna manera has aprendido a no querer al América?
- Sí, me ha tocado la fortuna de irme a equipos donde la rivalidad es igual de grande, a lo mejor no es la dimensión de un Clásico, pero es la misma dimensión en la afición que te dice ‘está prohibido perder' y lo vives intensamente. Me ha ido muy bien, entonces quiero regresar aquí y seguir con esa rachita.
- José Antonio Roca decía que era el antichiva número uno, ¿tú eres antiamericanista?
- Sí, siempre lo he comentado, soy antiamericanista y gracias a Dios mi carrera me ha ido muy bien. Yo he decidido dónde estar y dónde no estar, eso para mí ha sido importante.
- ¿Cabe la palabra "odio" cuando te enfrentas al América?
- Sí, odio deportivo obviamente. Son partidos en donde eres tú o es él, entonces vas a la tuya. Ese es el odio que tiene, el no perder, el no dejarte, hacerle daño en lo futbolístico. Eso es el odio, no fuera de la cancha agarrarte a golpes ni mucho menos. Es futbol, el odio es simplemente el ganarles y ya.
Los vive desde niño
Los Clásicos son encuentros diferentes. En Cancún, Miguel Sabah los vivía desde niño, junto a su familia. Muchos años han transcurrido, pero el recuerdo permanece intacto en la mente del delantero rojiblanco.
El atacante relata: "Los vivía intensamente, se juntaba toda la familia y era comida en la casa, conviviendo todo mundo. Había familia chiva, había familia americanista. Se vivía intensamente y acabando los partidos uno como chavo bien motivado salía a jugar futbol en la calle, con los amigos. Lo vivías de otra manera, como aficionado, como niño ilusionado".
En aquella época, todavía no se decidía por alguno de los dos. "Cuando estaba niño solamente en Cancún pasaban dos equipos: Chivas y América. A veces veía a uno y a veces al otro, los pasaban un fin (de semana) y un fin. No me inclinaba por nadie, realmente en ese tiempo yo era puro futbol en la calle y de ahí le agarré el gusto", rememora el goleador.
