Brazuca, como se conoce al balón oficial propuesto por la firma deportiva Adidas para el Mundial de Brasil 2014, será uno de los símbolos más importantes del acontecimiento futbolístico. (EFE)
Brazuca, como se conoce al balón oficial propuesto por la firma deportiva Adidas para el Mundial de Brasil 2014, será uno de los símbolos más importantes del acontecimiento futbolístico. Una pelota llamada a recuperar parte de la historia y la mística que envolvió a Tango en el Mundial de Argentina de 1978 o a Azteca en México ’86.
La emoción y el orgullo brasileño que impregnan el nombre de Brazuca acompañan al deseo de la hinchada local de hacer del Mundial de Brasil una nueva conquista de una selección que, pese a su condición de pentacampeona, sigue ambicionando nuevos títulos. Como ya ocurriera con el Adidas Cafusa, en la pasada Copa Confederaciones, el combinado liderado por Neymar espera festejar numerosos goles en su camino hacia la final de Maracaná.
La joven estrella del Barcelona está llamada a brillar en el frente del ataque brasileño, de la misma forma que su compañero de equipo, Leo Messi, apunta hacia la conquista del tercer entorchado mundialista del combinado albiceleste. El rosarino, testigo privilegiado del estreno de Brazuca con motivo de un amistoso contra Suecia, tiene el cometido de emular a Maradona y regalar un tanto histórico a la hinchada argentina.
Azteca, en México ’86, se dejó guiar por “la mano de Dios” de Maradona hacia la red de la portería, defendida por Peter Shilton, y permitiendo al cuadro dirigido por Carlos Bilardo eliminar a Inglaterra, con un triunfo que se entendió como una venganza por la pérdida de las islas Malvinas.
Eterno, aunque no por protagonizar el gol del siglo, será, también, el legado de Tango, un modelo introducido en 1978 y con el que la empresa alemana dejó atrás la combinación de hexágonos y pentágonos negros y blancos. Los veinte paneles con triadas de color negro se repitieron en los Mundiales de España, México, Italia y Estados Unidos, entre los años 82 y 94.
En Francia ’98 irrumpió el color azul y con él los diseñadores del balón dejaban atrás un modelo legendario. La controversia acompañó a sus sucesores en los Mundiales de Corea y Japón, Alemania y, especialmente, en Sudáfrica, donde porteros y entrenadores se ensañaron contra Jabulani. Un “balón de playa” que regaló a la selección española el único mundial de su historia.
Goleador en fechas trascendentales para sus equipos, Andrés Iniesta fue el autor del tanto que clausuró el pasado Mundial de Sudáfrica. El pie derecho del centrocampista del Barcelona buscará ahora en Brasil nuevas finalizaciones, ayudado por un nuevo balón “cuyo diseño es impresionante”, según el guardameta del Real Madrid y capitán de la selección española Iker Casillas. “Salta a la vista que está inspirado en Brasil”, apuntó el cancerbero.
“Mi primera impresión de Brazuca es la de un balón fantástico”, explicó el lateral de la selección brasileña Daniel Alves, uno de los 600 futbolistas que testaron el nuevo esférico.
“Adidas ha creado una pelota de aspecto increíble, ideal para una competición tan grande como la Copa Mundial de la FIFA. Lo más importante es que funciona tan bien por el suelo como por el aire y estoy seguro de que a todos los jugadores les encantará”, concluyó el defensor.
Los seis paneles idénticos que proporcionan a Brazuca adherencia, toque, estabilidad y aerodinámica esperan ya a Cristiano Ronaldo, Frank Ribery, Mario Gotze, Diego Costa, Leo Messi y demás nombres propios de un Mundial para la historia.
La suerte de los 32 combinados nacionales girará en torno a un único balón. Para el recuerdo quedan los dos modelos con los que Argentina y Uruguay se disputaron la final del Mundial de Montevideo en 1930, con remontada del cuadro local, tras introducir en el segundo tiempo un balón de mayores dimensiones.
