Leyenda. Hoy inicia el festejo de los 300 años del hallazgo y llegada del Señor de Mapimí.
Hoy da inicio a la celebración de los 300 años de tradición y fe que hermana diversos ejidos del Cañón de Jimulco y los municipios de Torreón Coahuila y Cuencamé, Durango.
Se trata del tercer centenario del hallazgo del Señor de Mapimí, que actualmente tiene su santuario en la parroquia de San Antonio de Padua, ubicada en Cuencamé donde es sumamente querido por sus habitantes debido a las leyendas e historias que giran en torno a su llegada.
Según el documento "Historia del Señor de Mapimí" escrito por el cronista de Cuencamé, Anacleto Hernández, el jueves Santo del año de 1715, un nutrido grupo de cristianos caminaba en procesión por las calles de Real de Minas de Santiago de Mapimí (hoy Mapimí, Durango) con la imagen del Señor de Mapimí, el cual adoraban y era la devoción de los mineros.
La marcha fue suspendida por un grupo de indios cocoyames y tobosos que intempestivamente cayó sobre ellos, matando a más de 300. Los portadores del Santo Cristo, lograron ponerse a salvo, a pesar de que uno de los objetivos de los indios era destruir la imagen.
"La imagen fue encontrada por unos soldados escolteros, en donde ellos manifestaban lo visitaba una india, se deja entender sería cristiana, con el fin de venerarlo, en el sitio o lugar llamado Jimulco, los soldados con toda reverencia posible, trasladaron la milagrosa imagen a la Parroquia del Real de San Antonio de Cuencamé, por ser el sitio más seguro y cercano, y por haber quedado destruido el templo del Real Santiago de Mapimí", reza un informe del alcalde ordinario de justicia mayor de la Villa Real, y Minas de Santiago de Mapimí, con fecha del 27 junio de 1791 y es citado por Anacleto Hernández.
La imagen llegó a Cuencamé el 6 de agosto y desde entonces habitantes del Cañón de Jimulco recorren el camino que hizo la imagen para adorarlo.
El escrito del cronista refiere que según el decir de la gente cuando se pretendía trasladar la imagen a Mapimí en un carro de mulas, éste no se pudo mover, por lo que prometieron construirle un templo. Además de que según habitantes ha habido otros intentos fallidos por trasladar a la imagen, de ahí la devoción y veneración que le profesan.
Hoy peregrinos de Juan Eugenio llegarán a la Flor de Jimulco en sus carretas para dar gracias por el recorrido realizado este año y será el inicio de los festejos de aniversario.