Carlos Cuadras ve en el cinturón del CMB el premio a años de esfuerzo y dedicación. (El Universal)
Son las primeras sensaciones de saberse como campeón mundial. De observar el cinturón de monarca y entender el significado de ser el mejor de entre los supermoscas. Carlos Cuadras ve en dicho cinturón del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) el premio a años de esfuerzo y dedicación.
"Me siento bien contento de saber que todo el trabajo que he realizado dio fruto. Ya tengo el cinturón. Yo había dicho que el título se iba a quedar aquí en México y, gracias a Dios, así fue", compartió Cuadras.
"El Príncipe" alcanzó dicho fajín del CMB a costa del tailandés Srisaket Sor Rungvisai, a quien venció por decisión técnica en el octavo round, en pelea celebrada el pasado 31 de mayo, en Ciudad de México.
Las marcas de la batalla aún son visibles en Cuadras. Una tremenda cortada delinea su ceja izquierda con 15 puntadas. Se trata de la resaca de dos cabezazos que Srisaket conectó al mexicano para provocarle dicha herida y la detención del combate por orden médica. En la lectura de las tarjetas fueron a favor del sinaloense de forma unánime.
"Fue una pelea dura, era el número uno contra el campeón mundial, así que tenía que ser una batalla buena, de muchas estrategias. Yo lo estuve estudiando mucho y haciendo mucha fuerza de piernas, porque yo sabía que tenía que salir a moverme porque tenía una fuerte pegada el tailandés y no podía fajarme todo el tiempo", recordó. Después de ser coronado como nuevo campeón mundial, Carlos Cuadras disfrutó las mieles de la victoria. Tuvo una cena de festejo rodeado de familiares y amigos que lo impulsó a alcanzar su más preciada meta.