El Sumo Pontífice recibió una réplica de la Copa Libertadores, de manos del presidente del San Lorenzo. El Papa recibe al San Lorenzo
El Papa Francisco recibió ayer una réplica de la Copa Libertadores de América de manos del presidente del club de sus amores, el San Lorenzo de Almagro, Matías Lammens.
Una delegación del equipo, que la semana pasada ganó el trofeo, participó este miércoles en la audiencia general del pontífice que se realizó en el Aula Pablo VI del Vaticano y en la cual participaron unas siete mil personas.
"Saludo en modo especial a los Campeones de América que vinieron a traer la Copa Libertadores. Esto también es parte de mi identidad cultural", dijo Jorge Mario Bergoglio durante los saludos en español de su catequesis.
Al final de su discurso, Lammens le entregó la réplica y le mostró también el trofeo original. Formaron parte de la comitiva Marcelo Tinelli, vicepresidente del club; el director técnico Edgardo "Patón" Bauza, el manager Bernardo Romeo, así como los futbolistas Juan Ignacio "Pichi" Mercier y Julio Bufarini.
Bufarini obsequió al Papa la casaca que utilizó en la final contra el Nacional de Paraguay mientras Mercier le hizo una solicitud insólita: le preguntó si podría grabarle un breve mensaje para su familia con su teléfono celular. Francisco aceptó divertido.
"Hemos tocado el cielo con las manos, el otro día ganando la Copa Libertadores y ahora acá, con Francisco. Estar cerca de él para nosotros fue muy importante y muy emocionante, y además por la generosidad de habernos recibido y de hablar tan bien de San Lorenzo en esta audiencia pública", dijo a Notimex Marcelo Tinelli.
"Le dejamos una réplica de la Copa Libertadores de América, trajimos el trofeo original también. Agradecemos a Jorge, al Papa Francisco, por las muestras de cariño y hoy justamente dijo que San Lorenzo forma parte de su identidad cultural", agregó.
Por su parte, visiblemente emocionado, Mercier confesó que se le llenaron los ojos de lágrimas tras su encuentro con el líder católico y se dijo agradecido porque muchos argentinos darían lo que sea por estar en su lugar.
Para Bauza "fue un momento hermoso y único, como para todos los católicos".
"Fue increíble, logramos la Copa Libertadores y ahora estar acá es inimaginable", apuntó.