El riesgo de las Bandas Amnióticas
El Síndrome de Bandas Amnióticas, también llamado Síndrome de Streeter, secuencia de bandas amnióticas o complejo de ADAM (deformaciones amnióticas, adhesiones, mutilaciones) es un evento obstétrico extremadamente raro, el cual consiste en la presencia de cintas de amnios, únicas o múltiples presentes en el interior de la cavidad amniótica, que comprimen las partes fetales, causando malformaciones por amputación o constricción. El doctor José Luis Barrón Rodríguez, ginecobstetra colposcopista especialista en el manejo de paciente obstetra en estado crítico del Hospital General de la Zona y Unidad Médica Familiar IMSS 16, habla sobre este raro padecimiento y las consecuencias que puede traer al bebé.
Estas bandas amnióticas, son hebras o cintillas que salen del amnios, lo que conocemos como la bolsa del bebé y que cruzan la cavidad amniótica causando a su paso lesiones que en ocasiones son irreversibles para el feto.
La incidencia de esta complicación varía entre uno en mil 200 a uno en 15 mil de los recién nacidos vivos, aunque muchos de ellos se abortan espontáneamente, por lo que su presencia puede llegar a ser de 178 en unos 10 mil embarazos.
Este síndrome no puede llegar a prevenirse durante la etapa gestante de la madre, debido a que su causa no está determinada totalmente; existen sólo teorías para explicar su aparición, lo importante sería llevar un buen control prenatal para detectarlas.
Lo único que se pudieran prevenir, son las complicaciones antes del nacimiento si se detecta a tiempo y se tiene la competencia para el manejo, por lo cual no existe algún tratamiento que se pueda llevar durante el proceso del embarazo ante este padecimiento.
Una vez detectadas las alteraciones, existen muchas posibilidades de lesión en el bebé, aunque dentro de lo que cabe es un evento muy raro.
Prácticamente puede lesionarse cualquier parte del cuerpo; la gravedad de la deformidad puede variar enormemente, desde sólo un dedo del pie o de la mano que resulte afectado hasta la ausencia total de un brazo o de una pierna o que éstos estén muy poco desarrollados.
Los síntomas pueden abarcar entre los más comunes, las lesiones de manos o brazos, lesiones de piernas, ausencia de un brazo o pierna, luxación congénita de cadera, defectos en abdomen o tórax, así como malformaciones en cara, tales como lesión del hueso nasal o hendidura de labio o paladar.
Actualmente se puede hacer el diagnóstico antes del nacimiento mediante un ultrasonido, al visualizar las bandas amnióticas en un feto que muestra limitaciones en su movimiento y presencia de las deformidades. Cabe mencionar que el diagnóstico durante los tres primeros meses de embarazo es difícil por la dificultad de observar las bandas, sin embargo, a partir del tercer mes de embarazo puede llevarse a cabo el diagnóstico con más facilidad.
Tratamiento
El tratamiento puede ser antes del nacimiento mediante fetoscopia (cirugía intrauterina), destruyendo las bandas para la liberación de las partes fetales afectadas, sin embargo, en México existen pocos centros médicos que pueden realizar estas cirugías.
El tratamiento después del nacimiento del bebé, dependerá de la severidad de las lesiones, por lo que el recién nacido podría llegar a necesitar en algunos de los casos de prótesis o trasplantes; además, éste debe ser realizado por un equipo interdisciplinario, compuesto por cirujanos plásticos, ortopedistas pediátricos, psicólogos y especialistas en diseño de prótesis.
Si las lesiones no fueron graves, el niño podría quizá llevar una vida normal, todo dependerá de la gravedad de las mismas y del lugar donde se afecte. Las consecuencias más graves pudieran ser ausencia de brazos o piernas, acránea o ausencia de cráneo, defectos del cierre del tubo neural o espina bífida, e incluso en ocasiones puede causarle la muerte, si las lesiones son incompatibles con la vida.