Ataques. Un hombre carga el cuerpo de su hijo muerto tras un ataque de gobierno que destruyó todo un vecindario.
El hambre y las enfermedades exacerbadas por el hambre o la falta de atención médica en un campamento de palestinos en Damasco, sitiado desde hace meses por fuerzas leales al presidente sirio Bashar Assad, han matado a por lo menos 85 personas, dijeron activistas.
El campamento de Yarmouk, situado en el extremo sur de la capital siria, es una de varias áreas de la oposición donde las condiciones se han deteriorado debido a un bloqueo estricto impuesto por las fuerzas del gobierno. Activistas y grupos de ayuda han acusado a los militares de usar el hambre como arma de guerra.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que la primera víctima en Yarmouk murió en junio, y que hasta el miércoles los muertos sumaban 85. Hace cinco días, activistas y residentes dijeron que la cifra superaba los 60.
La necesidad de abrir corredores humanitarios para hacer llegar la ayuda a las áreas bloqueadas y para aliviar el sufrimiento a los civiles ha sido uno de los temas discutidos en las conversaciones de paz en Suiza entre el gobierno sirio y la oposición. Pese a indicios alentadores a comienzo de las discusiones, no se han logrado progresos concretos en ese terreno.
Las autoridades permitieron recientemente la llegada de unos centenares de paquetes de alimentos a Yarmouk en lo que pareció un gesto de buena voluntad antes de las conversaciones de paz, pero los residentes dijeron que solo una pequeña cantidad de ayuda llegó debido a que funcionarios del gobierno obligaron a los trabajadores de asistencia a distribuir los paquetes en un área bajo fuego de francotiradores.
DESTRUYE VECINDARIO
Por su parte, el gobierno sirio utilizó explosivos controlados y excavadoras para demoler miles de construcciones habitacionales, en algunos casos vecindarios enteros al parecer para castigar a los civiles que apoyan a los rebeldes o para causarles un daño desproporcionado a éstos, denunció una organización internacional de derechos humanos.
Las demoliciones ocurrieron entre julio de 2012 y julio de 2013 en 7 distritos que apoyan a la oposición alrededor de la capital Damasco y en la ciudad central de Hama, de acuerdo con un reporte de 38 páginas elaborado por Human Rights Watch. El grupo con sede en Nueva York indicó que la destrucción deliberada viola la ley internacional y pidió poner fin de inmediato a la práctica. "Borrar del mapa vecindarios enteros no es una táctica de guerra legítima", dijo Ole Solvang, investigador de emergencias de HRW. "Estas demoliciones ilegales se suman a una larga lista de crímenes de gobierno".
PERSONA
han muerto de hambre denuncian activistas.