La necesidad de atención médica de la población ha sido definida como "la capacidad de la población para beneficiarse de la atención sanitaria". Ésta se caracteriza por cumplir dos factores determinantes que son muy importantes: Qué tan frecuente es un problema de salud y qué tan eficaces y rentables son las intervenciones para diagnóstico y tratamiento que ofrecemos. Para muchos problemas comunes, las necesidades de atención a la salud se centran en el nivel secundario, por lo que tienden a ignorarse, o a menospreciarse, los problemas que se presentan en la atención primaria, y es a este nivel en el que pueden prevenirse o tratarse en forma temprana muchas de las enfermedades que impactan a la sociedad actual y están colapsando a los sistemas de salud pública.
La atención a la salud musculoesquelética se suele pasar por alto en la agenda de salud pública y falta una mayor conciencia sobre lo que las enfermedades osteoarticulares representan para la sociedad.Revistas científicas, reuniones de expertos y sociedades científicas se dedican al estudio de esta entidad; y aunque mucho se ha avanzado en la comprensión de su causa, el diagnóstico y tratamiento adecuados, aún no se le da la importancia debida, sino hasta que los tratamientos radicales deben llevarse a cabo. En este sentido, el dolor articular de origen degenerativo es cada vez más común y, con los cambios en la demografía, debido al incremento en la esperanza de vida, el problema está destinado a crecer.
La osteoartritis (OA) representa un fuerte argumento que confirma lo anterior. Es el segundo diagnóstico más frecuente en las consultas de medicina general a personas mayores y una de las causas más frecuentes de discapacidad en personas de edad mayor. El ejemplo más claro: Hasta una tercera parte de los adultos mayores, en la población general, muestran evidencias radiográficas de osteoartritis en rodilla.
Cerca del 50% de las personas alrededor de los 55 años, en la población general, tienen evidencias radiográficas de artrosis de rodilla, sin tener síntomas; el 50% de las personas alrededor de los 55 años que se quejan de dolor en la rodilla no tienen evidencia radiográfica definitiva de osteoartritis. Cuando coexisten los síntomas y hay alteraciones radiográficas en la articulación, es probable que el proceso degenerativo, tenga alrededor de 20 años de haber iniciado.
Los pacientes de edad avanzada que acuden a recibir atención primaria por dolor articular quizá no tengan datos radiográficos definidos de OA y de esta manera se puede argumentar que el diagnóstico radiográfico no es necesario, con el fin de iniciar el tratamiento y de esta forma, ayudar a aliviar el dolor y la incapacidad. Es importante tomar en cuenta lo anterior, dado que no siempre existe concordancia entre los hallazgos clínicos y radiológicos. Parece razonable considerar esto en relación con la necesidad y la demanda de la atención primaria de la salud en las personas mayores.
*Traumatólogo. Profesor de Traumatología e Investigador de la Facultad de Medicina Torreón UA de C. Correo electrónico: [email protected]
La próxima semana, el Dr. Daniel Arellano Pérez Vertti, continuará con el mismo tema.