Felipe VI comenzará su reinado en medio de escándalos que han afectado a la monarquía española. (Archivo)
Felipe de Borbón, que en unos días se convertirá en el nuevo rey de España, comenzará su reinado en medio de escándalos que han afectado a la monarquía, como la investigación judicial a su hermana Cristina y su cuñado Iñaki Urdangarin.
En los últimos tres años varios escándalos afectaron la imagen de la familia real, y la abdicación del rey Juan Carlos I anunciada el lunes no resuelve ninguno de ellos, como el llamado “caso Nóos” en el que está involucrada la segunda hija de los reyes, y que está en manos de un juzgado de Palma de Mallorca.
En 2011, cuando empezó a conocerse la indagación judicial a Iñaki Urdangarin, el yerno del rey, las encuestas del oficial Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) mostraron las primeras bajas en la valoración ciudadana y reprobaron a la monarquía.
El caso de presunta corrupción a través de la empresa Nóos de Urdangarin con los gobiernos de Islas Baleares y Comunidad Valenciana, obligó al rey a apartar a su yerno de la familia, pero salpicó a la infanta Cristina, como presunta colaboradora indirecta de esos manejos.
El juez tercero de Palma de Mallorca, José Castro, tiene en sus manos la instrucción del caso y en breve deberá definir si mantiene o no la acusación a la infanta, y saber con qué cargos llevaría a Urdangarin a juicio.
En abril pasado, el CIS reveló que los ciudadanos valoran a la monarquía con 3.72 por ciento, en una escala del uno a 10, por lo ue continúa reprobada.
La imagen del rey Juan Carlos I, que era la mejor valorada por los españoles, comenzó a desplomarse en 2012 cuando se conocieron los detalles del caso de corrupción de su yerno, pero se agudizó cuando en abril de ese mismo año se conoció que fue de cacería de elefantes a Botswana.
La revelación de que se rompió la cadera durante esa cacería, a la que fue en medio de la fuerte crisis económica y elevado desempleo en España, aceleró la pérdida de popularidad, mientras que el rey inició una etapa de varias operaciones por su delicado estado de salud.
Tras salir del hospital, el monarca se vio obligado a pedir perdón de manera pública debido al malestar social causado y lanzó una frase que queda para la posteridad: “lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”.
Entre las cosas que cambiaron, están las del llamado “pacto de silencio” con el que durante muchos años los medios de comunicación mantuvieron un cerco en torno a la vida de toda la familia real, y desde 2011, eso se empezó a revertir.
A pesar de esa relación con los medios, fueron numerosos los casos de rumores e informaciones en diferentes etapas del reinado que le vinculaban con otras mujeres.
El caso en 2012 de su presunta relación con la alemana Corinna zu Syan Wittgenstein, con la que iría de cacería a Botswana y a la que se presume le facilitó una vivienda en terrenos del palacio de La Zarzuela, le generó numerosos problemas al monarca.
En medio de la crisis económica de los últimos años, también se cuestionó la fortuna familiar, así como la falta de transparencia, por lo que el proyecto de Ley de Transparencia que prepara el gobierno de Mariano Rajoy incluyó a la Casa Real como institución sujeta a su cumplimiento.
En 2012, justo cuando el rey Juan Carlos iba a ingresar al hospital a someterse a una de las varias operaciones que le practicaron, su nieto Felipe Juan Froilán se disparó por accidente con una escopeta en el pie derecho, caso que también generó numerosas críticas a la familia real.
En los últimos dos años, han sido numerosos los rumores de crisis matrimonial entre Felipe y su esposa Letizia Ortiz, los que nunca se llegaron a confirmar, así como de problemas entre la aún princesa de Asturias y sus cuñadas Elena y Cristina.
Asimismo, desde 2012 los miembros de la familia real son abucheados en la mayoría de actos a los que se accede por espacios públicos por parte de manifestados afectados por la crisis económica, la falta de empleo, los recortes en servicios públicos y otros grupos.