En base al diseño general, durante el siglo XX se realizaron varias modificaciones que les permitieron ganar velocidad y llegar a ofrecer recorridos de hasta tres kilómetros de largo. (ARCHIVO)
Para algunos es la atracción más buscada en un parque de diversiones, mientras que otros prefieren mantenerse alejados de ella. Es la Montaña Rusa, un juego mecánico en el que se combinan diversos elementos que garantizan la diversión.
Sus orígenes más antiguos datan precisamente de los rusos, quienes en el siglo XVI acostumbraban entretenerse deslizándose por unos larguísimos toboganes de hielo que, curiosamente, se llamaban "montañas americanas", según relata The History Channel.
También algunos de sus orígenes se ubican en Francia, donde se acostumbraba colocar carros de tren en vías con declive en desuso.
No obstante, fue en Estados Unidos donde en el año 1885 se le otorgó la primera patente de esta idea a La Marcus Adna Thompson, aunque cabe señalar que es John Miller a quien se le atribuye la concepción y desarrollo de las montañas rusas actuales, esto en el año 1912.
En ese tiempo, Miller diseñó "el sistema de ruedas de fricción interior, lo que las hizo más seguras y permitió desarrollar recorridos más atrevidos", según señala la fuente arriba mencionada.
En base a ese diseño general, durante el siglo XX se realizaron varias modificaciones que les permitieron ganar velocidad y llegar a ofrecer recorridos de hasta tres kilómetros de largo.
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