Mujeres al por mayor, éxito y dinero pueden hacer felices a miles de hombres, pero no a Pedro Infante, quien hoy cumple 57 años de haber fallecido en un accidente aéreo.
Al llamado "Ídolo de México" le quedaba como anillo al dedo La vida no vale nada (José Alfredo Jiménez), canción que él mismo interpretaba y que, de cierta manera, reflejaba el sentir melancólico que tenía Pedro desde que conoció el significado de la palabra "fama".
"Me he convencido de que la vida no es como uno la quisiera vivir. Yo podría ser y soy, para muchas gentes, gente mimada de la fortuna; piensan que con sólo quererlo, puedo tener todo lo que ambicione. Y nada más lejano de la verdad, soy un esclavo de Pedro Infante", dijo el actor y cantante en una entrevista hecha por El Siglo de Torreón, a través del periodista José Natividad Rosales (q.e.p.d.), la cual fue publicada el 25 de octubre de 1953.
En aquellos años, Pedro visitó la región en distintas ocasiones avalado por las Caravanas Corona, que llevaban a los artistas más importantes de la época a todos los rincones de la República Mexicana.
En dicha charla, el nacido en Sinaloa abrió su corazón a Natividad Rosales. Infante expresó que muchas mujeres lo buscaban por interés; también reveló que tuvo que enfrentar la traición de varios caballeros que se decían sus "amigos".
"Si quiero tener una novia -hablo en sentido figurado- todas piensan que quiero casarme con ellas y tratan de comprometerme de la peor manera y lo más rapido posible; si quiero tener un amigo, tengo que andar con mucho cuidado, porque la vida me ha dado muchas experiencias y ahora sí puedo distinguir entre los que son mis amigos y los que solamente quieren divertirse conmigo y sacarme dinero", comentó el protagonistas de cintas como Nosotros los pobres.
En la entrevista que fue dada a conocer a ocho columnas, Infante manifestó que anhelaba ser un ciudadano común y corriente.
"Tengo que trabajar como burro para seguir manteniendo el sitio que me he ganado tan trabajosamente. Vuelo de un lado para otro. Apenas duermo unas horas y mal como. Y eso no es vivir, se los aseguro.
"Yo quisiera ser, como muchas gentes, gentes comunes y corrientes, sin mayores preocupaciones y sin tanto 'trebejo' y no trabajo. 'Trebejo' es eso que todo lo estorba y todo lo complica".
Pedro no la tenía fácil. En sus propias palabras reveló que le desesperaba la manera en que ciertos fanáticos, incluso algunas féminas, habían llegado a herirlo físicamente.
"Si todo fuera firmar autógrafos y repartir abrazos y sonrisas, estaría bien. Pero no una, sino cien veces, han tratado de herirme, por envidia o yo no sé por qué diablos. Otras casi me desnudan.
"Yo tengo que resignarme a que, en cuanto alguien pide algo, darlo con la mayor sencillez, pues si me resisto, veinte gentes se me echan encima y me ahorcan casi. Muchas quieren recuerdos personales míos y me esculcan las bolsas y se llevan todo lo que hay en ellas", lamentó Infante.
Pedro de igual manera le comentó al periodista coahuilense que si algo lo hacía feliz era consentir a su madre, la señora Refugio Cruz Aranda.
"He aprendido a gozar de la vida lo poco que me concede y, todavía en este estado de cosas, tengo satisfacciones que no las cambio por nada. La mejor de ellas es la de poder proporcionar a mamita, a la que amo tanto, todas esas pequeñas cosas que en su vejez le consuelan y que le hacen ver que tiene un hijo que luchará por ella hasta el último día de su vida".
No hay duda de que Pedro Infante también marcó a la Comarca Lagunera con su estilo, presencia y voz.
Más de Pedro
El cantante dio otros detalles en la charla:
* La entrevista se la dio Pedro a El Siglo de Torreón cuando el cantante contaba con 30 años de edad.
* Gran parte de su fortuna se la gastó en obras de caridad, a él jamás le gustó hacerse publicidad de ello.
* Su madre le confeccionaba las guayaberas que tanto usaba.
* El periodista José Natividad Rosales le realizó otras entrevistas a Pedro que también fueron publicadas en El Siglo de Torreón; en una de ellas mostró su peculiar sentido del humor.
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