
La mantequilla de maní es un alimento arraigado al gusto norteamericano. (ARCHIVO)
Quizá no es favorita en la República Mexicana, pero la mantequilla de maní, tan popular en Estados Unidos, esta ligada fuertemente a nuestro país.
Esto se debe a que, según registros históricos, su origen podría estar vinculado con prácticas de los aztecas, quienes desde hace cientos de años solían tostar maníes que luego eran pasados por un mortero para que soltaran aceite.
Cuenta la misma historia que fue en el siglo XIX cuando el estadounidense George Washington Carver tuvo la idea de agregar melaza y azúcar a la "receta original" para volverla más agradable.
Este proceso fue adoptado con gusto y mejorado por personajes como el canadiense Marcellus Gilmore Edson, a quien en el año 1884 se le otorgó la primera patente para su producción, aunque luego, en 1897, se otorgaría otra a J. H. Kellog, quien propuso variaciones al proceso y al producto.
Fue precisamente este último quien con la idea del aceite logró que fuera más fácil de untar, lo que despegó aún más su popularización.
Como se mencionó y como se sabe, aunque es consumida en países europeos a gran medida, es en Estados Unidos donde la mantequilla de maní quedó arraigada al gusto de la población.