¿Qué miraría? La sombra de las cosas que fueron, silencioso reproche a mis pequeñas miserias hechas de egoísmo, de vanidad.
Veré mejor hacia adelante. Ahí igualmente hay sombras, de cosas que no han sido. Algunas pueden ser de tristeza, de sufrimiento, de dolor. Acecha quizá la enfermedad, la muerte propia o la de un ser amado. También eso es herencia de los hombres, como los goces y las alegrías. Pero lo mismo en la hora riente que en la del llanto procuraré estar más cerca de aquel que está tan cerca, y más próximo a aquellos de quienes me he alejado.
Me duele lo que hice mal, pero me duele más lo que dejé de hacer por pereza, por orgullo o por debilidad. Y así digo una acción de gracias y una oración sencilla: Como he recibido mucho, pido poco: Solamente la vida y la salud. He aprendido que cuando se tiene eso todo lo demás viene por añadidura. Que el Amor y la Vida nos bendigan a todos.
¡Hasta mañana!