
Gran pérdida. Juan Gelman, según algunos críticos y escritores latinoamericanos, era el poeta más importante de la lengua española vivo; su muerte ayer en la ciudad de México, deja un enorme vacío en las letras hispanoamericanas. (Cortesía)
El poeta argentino residente en México Juan Gelman, de 83 años, falleció ayer en Ciudad de México, según informaron el INBA y de la familia del autor.
"Murió tranquilo, en su casa, rodeado de su familia (...), de una enfermedad que se llama síndrome de mielodisplasia", dijo un familiar del poeta que prefirió mantener en reserva su identidad.
El fallecimiento se produjo hacia las 16:30 hora local, agregó.
"En estos momentos estamos esperando asuntos de trámite y mañana será el velatorio", añadió la misma fuente de la familia y dijo que "no va a haber ningún acto oficial".
El fallecimiento de Gelman fue anunciado previamente por fuentes del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), quienes horas más tarde dieron conocer un comunicado oficial con detalles de su muerte.
Premio Cervantes 2007 y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2005, Gelman se vio obligado a exiliarse en 1975, perseguido por la Tripe A argentina. Vivió en Italia, Francia y finalmente en México.
LA IMAGEN DEL HOMBRE
Juan Gelman Burichson nació en Buenos Aires, el 3 de mayo de 1930, fue un poeta, traductor y periodista argentino, y se le consideraba como el poeta más importante de su generación.
Por su actividad periodística y política vivió en el exilio entre 1975 y 1988, residiendo alternativamente en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México.
Durante su ausencia de Argentina llegó a estar condenado a muerte por la dictadura de su país; sufrió de cerca el drama de los "desaparecidos" cuando su hijo y su nuera pasaron a formar parte de esta dolorosa lista.
En su juventud colaboró en el periódico Rojo y negro. Fue uno de los fundadores del grupo de poetas "El pan duro" y fue también secretario de redacción de Crisis, director del suplemento cultural de La Opinión y jefe de redacción de Noticias. También ejerció como traductor en la UNESCO. Desde 2007 colaboró con el periódico de Buenos Aires, Página 1/2.
TESTIMONIO A EL SIGLO DE TORREÓN
Compartimos algunos aportes de la entrevista que el poeta argentino concedió en exclusiva a El Siglo de Torreón.
¿Cómo fue la niñez de Juan Gelman el hombre, el poeta?
Bueno yo tuve una niñez de barrio, feliz en la casa, tanto mi papá como mi mamá eran lectores y me leían cosas, mi niñez fue como la de cualquier chico de barrio en mi época no había tantos juguetes como ahora, entonces jugábamos a la pelota en la calle con una pelota pequeña de 20 centavos cuando teníamos suerte de conseguirla, si no con una pelota de trapo o de papel.
Y bueno también nos agarrábamos jugando entre las distintas barras que había en el barrio con palos y así, la escuela las cosas de la edad, esa fue la niñez, una niñez en el barrio jugando feliz, después a los 15 años lo de todos los chicos del barrio, aprender a jugar a billar, a ir al café, ir a la milonga a bailar tango y buscar cosas…
¿Llega el amor a su vida temprano maestro?, ¿cómo fue?
Bueno yo me enamoré de una vecina que era mayor que yo, ella tenía 11 años y yo nueve, así que para conquistarla se me ocurrió enviarle unos poemas de Almafuerte como si fuesen míos, pero ella no me prestó atención así que decidí escribirle unos de mi autoría y tampoco se conmovió, ella tomó su camino y yo el mío, seguí escribiendo.
¿Cómo fue el encuentro de Juan Gelman con la poesía?
Mi familia era de origen Ucraniano y bajo el imperio ruso zarista el idioma oficial era el ruso, bueno después con la unión soviética de Stalin era igual, es decir por mucho tiempo el idioma oficial fue el ruso, después Lituania tenía el suyo, Bielorrusia el suyo, Ucrania el suyo, Azerbaijan igualmente y en consecuencia mis padres eran bilingües y mi hermano mayor también.
Mi hermano mayor nació en Rusia, tenía un gran amor por la poesía y por la literatura en general, nosotros no nadábamos en la abundancia, pero él de alguna manera conseguía libros que yo aprovechaba para saquearle de la biblioteca cuando él se iba, pero lo más importante en ese sentido es que él solía recitarme poemas en ruso de Pushkin, yo tenía 5 o 6 años, pero no entendía ni una sola palabra, pero me atraía mucho el ritmo y la música. Lo acosaba cada rato pidiéndole que me recitara algo, todavía me acuerdo de algún verso de los que él me recitó y pasado el tiempo pienso que eso influyó en mi, en el sentido de buscar esa música; estudié piano, pero esa es otra música.
Su obra
De su producción poética destaca "Violín y otras cuestiones", "El juego en que andamos", "Velorio del solo", "Gotán", "Sefiní" o "Cólera Buey", así como "Los poemas de Sidney West", "Traducciones", "Fábulas", "Relaciones", "Hechos y relaciones" o "Si tan dulcemente". Escribió "Exilio" en colaboración con el periodista argentino Osvaldo Bayer; otras de sus obras: "Citas y comentarios", "Hacia el sur", y "Composiciones", "Carta a mi madre".
La antología "Pesar todo" fue galardonada con el Premio de Poesía José Lezama Lima, que concede la Casa de las Américas cubana. En 2005 publica una nueva antología, "Oficio ardiente", que reúne poemas publicados a lo largo de casi cincuenta años y algunos otros inéditos.
Pero también en el ámbito musical escribió dos óperas, "La trampera general" y "La bicicleta de la muerte", dos cantatas, "El gallo cantor" y "Suertes", así como varios LP.