Felipe Ramos Rizo dijo que quiere mejorar el arbitraje.
Felipe Ramos Rizo señala que el regreso de Edgardo Codesal a la Comisión de Árbitros estaba "planeado" por Justino Compeán Palacios, presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Acción que, según el ex silbante, resultó un ardid para que el gremio en revuelta "se calmara" y accediera a no irse a un paro laboral a partir de la jornada 16 del Apertura 2014.
"Eso ya estaba planeado. Cuando todo esto pasó ya estaba arreglado de que Codesal se iba a quedar. Si los árbitros pidieron que fuera él, pues ahí está, ahora mejoren", denuncia en entrevista el silbante mundialista en Corea-Japón 2002.
"Eso ya estaba resuelto de mucho antes, no es una decisión que tomara Justino [Compeán] frente a los árbitros, sino que ya estaba planeada, ¿para qué? Para que los árbitros le bajaran a sus protestas e idea de no arbitrar. ¿Aumento de sueldos? 'Arréglenlo con Decio', les dijo; eso ya estaba planeado", añade, en su reclamo, Ramos Rizo.
Protagonistas de un escándalo de espionaje telefónico que involucró a ambos personajes en 2003, Ramos Rizo y Codesal terminaron por salir por la puerta de atrás del arbitraje mexicano. Los dos fueron "sacrificados" por el entonces mandamás de la FMF, Alberto de la Torre. Once años después, los caminos tomaron rumbos dispares.
En aquellas polémicas grabaciones telefónicas, derivadas del espionaje ilegal, Ramos Rizo expresó declaraciones en contra del naturalizado mexicano. El comentarista de ESPN realizó una demanda ante la Procuraduría General de la República (PGR), pero fue vetado durante un torneo y, posteriormente, se retiró del arbitraje profesional.
¿Qué pasó entre Codesal y usted en 2003?, se le pregunta.
"Es un tema del que ya no quiero hablar", afirma tajante.
¿Le quedaron heridas en torno al arbitraje mexicano?, se le insiste.
"No, la verdad es que estoy muy contento. Estoy feliz, estoy bien con mi trabajo, con mi familia, con mis amigos, con mis hermanos. Tengo mucho trabajo. No tengo nada, al contrario, deseo que les vaya bien, que tengan éxito. Estuve 20 años y no tengo nada, me da gusto que cuando veo jóvenes con futuro se desarrollen. No tengo ninguna herida", asegura.
¿Qué propone cambiar para que mejore la labor de los silbantes?
"Todo. Lo primero que hay que hacer es cambiar toda la estructura. No hay un buen organigrama, se ha dejado de buscar talento, los cursos son un desastre, entonces para mejorar todo eso necesitas llegar con tu gente, hacer un buen proyecto, pero quitar todo, todo", explica convencido.
"Yo lo haría, pero con gente que tiene que ser de mi confianza, que supiera que están para preparar y mejorar el arbitraje y no nada más ver la parte económica. La gente que llegue tiene que estar pensando en cómo sacar a los árbitros de esta crisis", abunda.
