La tarde estaba brumosa y la humedad tan densa que otorgaba peso adicional a nuestra vestimenta.
Mientras caminamos entre los sembradíos de tabaco, Ramiro Gonzaga nos platicaba sobre la visita que hizo al pueblo hace dos años Javier Duarte, como aspirante a gobernador de Veracruz. - Me acerqué al candidato lo más que pude para contarle las condiciones con las que trabajamos aquí los que cosechamos tabaco, movía la cabeza pa' arriba y pa' bajo haciendo como que me escuchaba, pero me di cuenta de que no ponía atención cuando le pregunté qué ofrecía y a gritos llamó a un chamaco y le ordenó: tráele una camiseta -lo decía con frustración.
Veracruz no tendrá elecciones para gobernador en 2015, pero las prerrogativas de los partidos se incrementarán más del 270 % en esa entidad. Así están colocadas las prioridades de los "representantes". La distribución de recursos públicos en la mente de la mayoría de los políticos consiste en incrementar los recursos que ellos tienen más a la mano. Tanto les preocupa fortalecer económicamente a sus partidos, que el IE de Veracruz, que este año distribuyó entre los nueve partidos con registro estatal 73 millones 886 mil 945 pesos, destinará en 2015 casi tres veces más: 274 millones 81 mil 955 pesos.
Si consideramos que el INE anunció que está avanzando en la depuración del padrón electoral mediante la eliminación de los 3.7 millones de registros que perdieron vigencia en 2013, los partidos saben que a nivel federal podrían perder recursos. Tienen claro que para "gasto ordinario" recibirán el monto que resulte del número de empadronados a julio (89.2 millones) por el 65 % del salario mínimo vigente (cerca de 70 pesos). Esto dará unos 4 mil 60 mp sólo para actividades permanentes. Sumemos que a nivel federal se generaron partidos nuevos y como el 30 % del dinero se divide entre todos, los partidos saben que puede afectarles.
Veracruz no es la excepción, se estima que entre los diez partidos nacionales obtendrían alrededor 10 mil 655 millones, tanto de la Federación como de los estados. De modo que con la habilidad que tienen para reaccionar cuando sus bolsillos pueden adelgazar, han operado en los estados y así compensarse con exorbitantes cifras. Conocemos el despilfarro: publicidad, saturación de spots, reparto de despensas, ropa y todo cuanto les permita no sólo anunciarse, sino disponer de recursos.
Las lecciones las han dado los anteriores consejos electorales arropando a los partidos con un impunidad que, en el mejor de los casos, impone multas que se pagan con recursos públicos y en los peores casos, como sabemos, ni los proveedores ni los dirigentes partidistas reciben mayor castigo.
Escuchar al PRI mostrarse interesado en eliminar la figura de plurinominales con el fin de ahorrar, resulta una burla. Si estuviera realmente comprometido con la austeridad política, no incrementaría los recursos a los partidos en los estados y asumiría una propuesta seria para reducir drásticamente los dineros que reciben a nivel federal. Pero por lo visto, no podemos esperar más que otras campañas políticas de clientelas, acarreos y desprecio confeccionado en forma de camiseta.
Analista política y activista ciudadana